Los españoles están gastando con tarjeta un 30% más que en el verano de 2019, según apuntan los últimos datos de BBVA Research, del mes de julio, que recoge tanto lo desembolsado con sus tarjetas como en los datáfonos de su banco. Los datos del Ministerio de Asuntos Económicos, de su lado, apuntan a que ha crecido alrededor de un 25% en julio frente al mismo mes de 2019, impulsado sobre todo por un auge de gasto en bares y restaurantes (que sube un 30% aproximadamente).

Los economistas tienen claro que una gran parte de la población ahorró considerablemente durante 2020 debido a que no pudo gastar como solía, en parte por las restricciones a la movilidad y por el cierre de establecimientos, y también porque prefirió cuidarse de derrochar ante la duda de cuánto duraría la crisis. La duda de este 2021 es cómo y cuándo desembolsarán ese ahorro acumulado los españoles, una pieza clave en el dominó de la recuperación económica del país.

En esa línea, el informe de BBVA Research titulado Impacto de la COVID-19 sobre el consumo en España en tiempo real y alta definición apunta a que este verano los españoles que pagan con tarjeta están recuperando el tiempo perdido en cuanto al gasto, tanto presencialmente como online. Además, las compras realizadas fueron mayores que en el verano de 2019 en la mayoría de los sectores con la excepción de las grandes superficies, belleza, moda y viajes, pero sobre todo destaca el mayor gasto de forma presencial en el sector servicios.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este lunes lo avalan, que informan de que las ventas del sector servicios subieron en junio un 22% frente al mismo mes de 2020, en lo que supone su cuarto mes consecutivo de ascensos. Se trata de un crecimiento liderado por la hostelería, que incluye los servicios de alojamiento y los de comida y bebida, y que incrementó sus ventas en junio un 83%.

Por primera vez este julio el gasto en alojamientos ha recuperado los niveles de consumo de hace dos años, antes de que estallase la pandemia (ahora mismo el indicador se sitúa dos puntos por encima de lo registrado en julio de 2019). En cuanto a los bares y restaurantes, su ascenso ha sido meteórico, aunque en mayo ya superaban el gasto registrado en el mismo mes de 2019 (entonces, en 29 puntos, y ahora, en 42).

Por provincias, Ávila, Segovia, Teruel y Huesca se apuntan incrementos destacados por el aumento del turismo rural y Cádiz y Girona por el turismo tradicional. Sin duda, en el auge del consumo ha representado importante papel la recuperación del turismo nacional, conseguida gracias a la fuerte campaña de vacunación (los españoles inmunizados con dos dosis ya superan el 70%) y a las medidas preventivas para evitar contagios.

Otros factores que han favorecido el aumento el gasto son el optimismo general por la salida de la amenaza que suponía la pandemia y los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que han evitado despidos, y por tanto, han mantenido más o menos estable el consumo de esa parte de la población. Ahora mismo continúan en ERTE unas 330.000 personas, según los últimos datos de Seguridad Social.

Pese a eso, las cifras del Gobierno apuntan a que muchos otros sectores aún no se han recuperado, sobre todo los viajes (casi un 40% por debajo de lo registrado en julio de 2019) y la moda (alrededor de un 25%). Por su parte, los datos de CaixaBank indican que el gasto con tarjeta en ocio y restauración está por encima de los niveles de 2019 desde mayo, al igual que el gasto en tiendas al por menor (retail), mientras que el gasto en turismo solo ha recuperado los niveles prepandemia en la segunda mitad de junio, de la misma manera que ha sucedido con el gasto en transporte.

Asimismo, es importante tener en cuenta que los datos incluidos en este artículo, del gasto con tarjeta, dejan de lado los pagos en efectivo, aún utilizados habitualmente por la mayor parte de la población. Aunque no hay datos oficiales sobre los pagos en metálico, a ese respecto, en Caixabank Research apuntan a que las retiradas de dinero en cajeros han estado aún un 10% por debajo de julio de 2019.

Gasto con tarjetas extranjeras 

Sin embargo, los bancos apuntan a que el gasto con tarjetas extranjeras aún está muy por debajo del que era habitual antes de la pandemia: BBVA registra un 79% del que se realizó en julio de 2019 y CaixaBank señala que está un 35% por debajo de entonces, sobre todo por la menor llegada de turistas internacionales a España, aunque "sigue creciendo con fuerza".

En Baleares es donde más ha crecido el gasto presencial con tarjetas extranjeras (+20% frente a julio de 2019). "En clave de futuro, será relevante analizar cómo la quinta ola de contagios, dominada por la variante Delta, afecta al gasto turístico extranjero", señala el economista de CaixaBank Eduard Llorens i Jimeno.

Consumo para la recuperación

La velocidad a la que se desembolse ese ahorro acumulado afecta a datos macroeconómicos y a la recuperación del país. En ese sentido, desde Funcas recuerdan que la información disponible muestra que la liberación del sobre-ahorro acumulado en la pandemia se está produciendo con más celeridad de lo previsto, y que se trata de un fenómeno también observado en países más adelantados en la recuperación, como EEUU. 

Este factor le ha llevado a revisar al alza sus previsiones de crecimiento para España en 2021, en parte por esta mayor aportación de la esperada de la demanda interna. Funcas ahora cree que el PIB español crecerá un 6,3% en este ejercicio, tres décimas más de lo que esperaba en mayo. En 2022 estima que avanzará un 5,8%, cuatro décimas menos que en mayo.

De su lado, el Gobierno espera que el consumo privado termine este año creciendo un 7,3%, frente al 12,1% que cayó en 2020 con respecto a 2019. Para 2022, estima que sumará un 6,9%, según la última actualización que llevó a cabo de sus datos macro.

Los economistas Rubén Veiga, Juan Ramón García y Camilo Ulloa apuntaban en otro informe de BBVA que la incertidumbre con respecto a la absorción del exceso de ahorro podría "sesgar al alza el crecimiento en el corto plazo", al contrario de lo que suele suceder, ya que la realidad acostumbra a dejar al Gobierno de demasiado optimista en sus previsiones.