El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes la ley de startups, formalmente, el Proyecto de Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes, una iniciativa que busca impulsar la creación de empresas digitales en el país, en cumplimiento de uno de los hitos prometidos a la Unión Europea para acceder a los fondos de recuperación.

"España se pone a la vanguardia en el impulso de un ecosistema emprendedor", ha afirmado la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, insistiendo en que España se va a situar entre los países más atractivos para la creación de startups gracias a las medidas, reformas e inversiones incluidas en la ley.

El proyecto de ley regula y define lo que es una startup y contempla importantes incentivos fiscales para ellas, entre otras, una rebaja del impuesto de sociedades del 25% al 15%, persiguiendo "atraer la inversión y el talento", a la vez que simplifica los trámites necesarios para crear una de estas empresas.

Así, queda establecido que una startup es una empresa innovadora de base tecnológica y nueva creación, con una antigüedad de hasta 5 años, o 7 años en el caso de las del sector de la biotecnología y las industriales. Asimismo, deben tener la sede y a la mayor parte de sus empleados en España y no haber repartido dividendos ni estar cotizadas, ni tampoco registrar ingresos por encima de los 5 millones de euros.

La empresa pública Enisa será la que, a modo de ventanilla única, acreditará a las empresas que cumplan estos requisitos y por tanto podrán beneficiarse de los incentivos que recoge la ley. "El proyecto de ley prevé un régimen fiscal muy favorable para empresas inversores y trabajadores", ha recalcado, en ese sentido, Calviño.

Además de la rebaja en el impuesto de sociedades, la ley aumenta la cantidad de stock options, o planes de acciones para empleados libres de impuestos, hasta 50.000 euros, así como el aplazamiento de la tributación hasta el momento de liquidarla o que se cumplan 10 años desde que las posee.

También la inversión en estas empresas estará libre de impuestos hasta los 100.000 euros y la deducción pasa del 30% al 50%. Por el lado de las empresas, estas podrán aplazar sin intereses las cargar tributarias durante dos ejercicios.