El Consejo de Ministros aprobará este viernes el proyecto de Ley de Startups, una iniciativa del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que impulsará la creación de este tipo de empresas y también su crecimiento. Este proyecto de ley es la tercera reforma puesta en marcha este año por el departamento de Calviño para animar al emprendimiento, junto a la Ley Crea y Crece, que permite crear compañías con un euro, y la reforma de la Ley Concursal.

Sin embargo, por otro lado el Ministerio de Trabajo y Economía Social que dirige Yolanda Díaz advirtió la semana pasada sobre los riesgos del "mal llamado emprendimiento", sobre el "emprendimiento sin garantías" e insistió en que el fomento de la creación de empresas sin filtros por parte del Gobierno anterior llevó a muchos a la ruina durante la crisis de 2008, situaciones que han de prevenirse.

A ello hizo referencia la pasada semana Díaz, cuando presentó la ley de empleo, que obligará a las empresas a publicar sus vacantes en un nuevo portal laboral. En ese marco, se introduce un sistema de vigilancia para poder tutorizar y garantizar la viabilidad de los nuevos proyectos empresariales. "La idea no es llevarlos a un emprendimiento sin garantías", insistieron desde el Ministerio. El propósito es conseguir que no se emprenda sin el conocimiento adecuado y sin sentido, como critican que sucedió durante la anterior legislatura.

Además, en la ley de Empleo, ya publicada en el BOE, se recoge que se formará y tutorizará a emprendedores -un mecanismo inexistente hasta ahora- con el objetivo de asesorarles en el negocio y en técnicas de gestión de la microempresa, de nuevo, explicaron en Trabajo, buscando evitar los errores del pasado. Esta iniciativa se llevará a cabo en los nuevos centros de orientación, Emprendimiento e Innovación para el Empleo, que se constituirán desde la aprobación de la ley hasta final de 2023.

La ley de startups: menos impuestos para emprendedores

Mientras, la ley de startups, cuyo anteproyecto de ley ya se aprobó en julio -este viernes volverá al Consejo de Ministros para su aprobación como proyecto de ley, superado el trámite de audiencia pública- hace más sencillo el crear una nueva empresa. Entre las ventajas que contempla, una rebaja el tipo del impuesto sobre sociedades del 25% al 15% durante cuatro años como máximo y eleva la base máxima de deducción por inversión en empresas de reciente creación y el tipo de deducción (al 40%) hasta los 5 años.

Además, las startups podrán solicitar el aplazamiento de la deuda del impuesto sobre sociedades o del impuesto sobre la renta de no residentes y sin devengo de intereses de demora, durante 12 y 6 meses, respectivamente. Todo ello, orientado a empresas de nueva creación y a grupos de empresas "emergentes", con sede social o establecimiento permanente en España, que no hayan distribuido dividendos, no cotizadas y de "carácter innovador".

Calviño, por su parte, ha asegurado este jueves que este "potente" proyecto de ley pondrá a España "a la vanguardia" en el impulso a la creación de estas empresas, a su crecimiento, y atraerá talento e inversiones. En parte, la ley aprovechará, opina el Ministerio, que cada vez hay más "nómadas digitales", de teletrabajadores a inversores y emprendedores que pueden situarse en cualquier lugar del mundo gracias a la tecnología digital.

A la vez, y buscando favorecer la instalación en el país de estos nómadas, la ley prevé la creación de un nuevo tipo de visado específico para aquellos que trabajan desde España para una empresa extranjera, y crea un régimen tributario específico para que estas personas en teletrabajo desde el territorio nacional, de manera que puedan pagar el impuesto sobre la renta de no residentes. Para ello, se flexibilizan los requisitos para acceder a este régimen, y se amplía el periodo de su disfrute de 5 a 10 años.

La ministra también explicó este jueves que se busca simplificar la cantidad de trámites que conlleva la creación de una startup frente a otras pymes en temas como fiscalidad o trámite de visados. El Gobierno evaluará así si consigue su objetivo, impulsar en España la creación de startups, así como atraer inversión, talento y capital internacional.

Los otros conflictos Calviño-Díaz

Esta no es la primera ocasión en la que ambos ministerios, Economía y Trabajo, muestran posturas abiertamente discrepantes sobre un tema. Hace un mes, Podemos denunció la injerencia del equipo de Calviño en la negociación de la reforma laboral, que Díaz llevaba liderando desde marzo. Finalmente y tras un intenso cruce de declaraciones, se creó otra mesa en la que los ministerios económicos decidirían qué llevarían a las reuniones con los sindicatos y los empresarios.

Ya desde hacía meses ambas vicepresidentas habían protagonizado titulares por la insistencia de la titular de Trabajo en derogar la reforma laboral de Mariano Rajoy, mientras que la de Economía rechazaba utilizar esos términos y hablaba de modernizar el mercado de trabajo. "Vamos a derogar la reforma laboral a pesar de todas las resistencias", insistía Díaz, a la vez que Calviño apuntaba que eso sería "absurdo y contraproducente".

Aún más explícitas fueron sus diferencias sobre si debería subirse el salario mínimo interprofesional (SMI). Calviño prefería postergar esa decisión hasta que la recuperación estuviese bien consolidada, mientras que Díaz abogaba por aumentarlo lo antes posible para no dejar atrás a los más perjudicados durante la crisis.

La discusión se zanjó en un punto medio, una subida simbólica de 15 euros al mes -de los 950 a los 965 euros al mes- desde septiembre, inferior a lo que buscaba la ministra de Trabajo, pero con el compromiso de volver a incrementarlo de cara a enero de 2022. Esa negociación tendrá lugar este mes de diciembre, después de zanjar una reforma laboral que aún se prevé, de nuevo, bronca entre ambas partes.