Si su salario ha subido este año quizá sea más una ficción que una realidad, una suerte de 'trampantojo'. Muchos trabajadores lo notan a diario, la nómina se agota cada vez más rápido, da para menos y el temido fin de mes llega antes. La causa es el incremento del precio de la vida, de los bienes, del consumo. Vivir en España es hoy más caro que hace un año. El último dato del IPC conocido hoy revela que el Índice de Precios al Consumo alcanzó en noviembre el 5,5%. Es la tasa más alta en casi tres décadas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Con este incremento, las subidas pactadas en miles de convenios de las empresas se han quedado muy lejos, la vida se ha incrementado en el último años tres veces y media más que las nóminas que, de media, aumentaron apenas un 1,49%.

Ese desfase entre los salarios y coste de la vida es la realidad de al menos 6,9 millones de trabajadores. Se agrava aún más entre quienes ni siquiera han disfrutado este ejercicio de una actualización de sus nóminas. En España durante los once primeros meses de este año el Ministerio de Trabajo registró 2.757 convenios que regulaban las condiciones laborales de más de siete millones de trabajadores. Ni los convenios sectoriales ni los de empresa se han acercado a los altos índices de carestía de la vida que ha fijado el IPC, el más elevado en 29 años.

De los convenios registrados la menor parte, 625, son sectoriales pero dan cobertura a la mayoría de los trabajadores, 6,9 millones. A todos ellos sus empresas les han mejorado el sueldo este año, se lo han actualizado pero en apenas un 1,51% de media. Su consuelo es que la actualización es ligeramente mayor a los convenios de empresa, la mayoría -2.132- en los que la mejora media ha estado en un 1,1%.

En términos globales, los trabajadores en cuyas empresas se pactaron subidas salariales este ejercicio vieron cómo los acuerdos fueron inferiores a los de años anteriores. Las empresas sólo han accedido de media a mejoras del 1,04%, según los datos oficiales, frente al 1,13% que recogen los convenios firmados con antelación a 2021.

Protestas

Y todos ellos pueden considerarse afortunados. Uno de cada cinco trabajdores en nuestro país ha visto cómo el convenio en vigor recogía una congelación salarial que le deja sin actualizar su sueldo mientras el IPC no dejaba de crecer mes a mes. A quienes la situación en sus empresas les ha sonreído apenas un 4,6% de 'privilegiados' que han visto cómo su actualización salarial casi se acerca al IPC, con mejoras medias de un 4,66% de media.

El malestar en muchas empresas y centrales sindicales empieza a ser evidente. CCOO y UGT han convocado concentraciones en Madrid, Valencia y Valladolid para mañana. Reclamarán no sólo una subida salarial acorde a la inflación sino también el desbloqueo de la negociación de los convenios. En ciudades como la capital de España, la convocatoria se desarrollará ente la sede de la CEOE.

El acuerdo Interconfederal para el Empleo y Negociación Colectiva (AENC) 2018-2020 planteaba subidas del entorno del 2% más un punto porcentual que debía estar ligado a conceptos como la productividad, los resultados empresariales o el absentismo laboral. El acuerdo, vigente hasta el año pasado, está pendiente de renovación por parte de sindicatos y patronal.