Telefónica ha reorganizado su estructura en la deuda después de firmar un acuerdo con 30 bancos acreedores para alargar cinco años más la línea sindicada otros cinco años con opción a otros dos.

Para ello, la empresa de telecomunicaciones se compromete a criterios de responsabilidad social con el medio ambiente y a reducir la brecha de género en la compañía.

Así, la empresa pagará un interés condicionado por el cumplimiento de un indicador medioambiental, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero directas e indirectas; y otro social, relativo al aumento del porcentaje de mujeres en posiciones ejecutivas, que será verificado anualmente. 

Esta renovación del acuerdo es perteneciente al crédito de 5.500 millones de euros que firmó la compañía con la banca en 2018. La operación ha contado con el apoyo de cerca de 30 entidades, con una sobresuscripción de más del 30%, entre ellas Natwest como Agente y BNP Paribas como coordinador sostenible, quienes han contado con el asesoramiento legal de Clifford Chance.

Telefónica ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la renovación se encuentra bajo la modalidad de crédito “revolving”, a un plazo de cinco años y con dos opciones de extensión anual a petición de Telefónica, hasta un vencimiento máximo de 7 años. 

Con este movimiento, la compañía vuelve a mejorar su posición frente a la deuda, una de las grandes batallas que ha librado José María Álvarez-Pallete desde su mandato. El presidente se encontró con una deuda de 52.000 millones de euros en marzo de 2016 y la ha reducido hasta los 25.000 millones de euros.