El Banco Central Europeo mantiene su posición frente a la inflación. A pesar de que el IPC de la zona euro continúa con su escalada mes a mes, el BCE ha ha decidido mantener los tipos de interés y no retirar los estímulos a la economía europea. 

La situación actual de los precios ha provocado que los inversores hayan dado avisos de que se necesita una revisión en las políticas monetarias para frenar la inflación, que no deja de crecer en todos los países. 

El tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin variación en el 0,00%, 0,25% y −0,50%, respectivamente, según el comunicado difundido hoy. "El Consejo de Gobierno ha confirmado las decisiones adoptadas en su reunión de política monetaria del pasado diciembre", señala el texto.

“El BCE debería reiterar su voluntad de ser, como la Fed, pragmático y ágil, y estar dispuesto a intervenir si la inflación sigue siendo demasiado alta en relación con su objetivo del 2%. Entre las herramientas a disposición del BCE, la primera sería detener las compras netas, como sugiere Philip Lane, economista jefe del BCE. Solo después de que se hayan detenido las compras de activos netos, se considerarán los criterios para aumentar los tipos de interés”, señala Franck Dixmier, Global CIO Fixed Income en Allianz.

Aplazamiento a marzo

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que ha mantenido sin cambios su política monetaria y la hoja de rutas para la retirada de estímulos, Lagarde ha subrayado que el repunte de los precios en la eurozona responde principalmente a la aceleración de los costes de la energía, algo que sigue confiando en que se modere en los próximos meses, aunque ha advertido de que afectará a la actividad en el comienzo de 2022 por su impacto sobre los ingresos y el consumo de los ciudadanos.

"Es probable que la inflación se mantenga elevada durante más tiempo del previsto, pero esperamos que se modere en el curso del año", ha afirmado la francesa, reconociendo que las subidas de los precios se han hecho más generalizadas.

De este modo, la presidenta del BCE ha defendido la necesidad de mantener toda la "flexibilidad y opcionabilidad" de la política monetaria, añadiendo que el BCE está listo para adaptar todas las herramientas según necesidad.