El índice de precios de consumo (IPC) subió un 7,6% en febrero frente al mismo mes del año anterior, a pesar de que la invasión rusa de Ucrania empezó cinco días antes de que terminase el mes, y, por tanto, los datos aún no reflejan su impacto. Es la cifra más alta desde diciembre de 1986.

A la vez, es un punto y medio superior a la tasa registrada en enero (6,1% frente al año anterior), según los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). También se trata del decimocuarto mes que los precios se encarecen. No han dejado de estar en positivo desde enero de 2021.

En comparación con el año anterior, este febrero sobre todo se encareció la vivienda (+25,4%), algo provocado por los precios de la electricidad y del combustible para la calefacción; el transporte (+12,8%), también por los carburantes, y los alimentos y bebidas (+5,6%).

En este grupo, se han encarecido sobre todo las legumbres y hortalizas y la leche, queso y huevos. El grupo que el INE recoge como hoteles, cafés y restaurantes también se ha encarecido un 3,6% por el aumento de los precios de la restauración.

De no haberse prorrogado la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las de otros impuestos, el IPC interanual habría alcanzado en febrero el 8,5%, nueve décimas más que la tasa general del 7,6%. Así lo refleja el IPC a impuestos constantes que el INE también publica en el marco de esta estadística.

Sin tener en cuenta el precio de la energía ni de los alimentos (inflación subyacente), los precios aumentaron un 3%. Es la cifra más alta desde septiembre de 2008, pero sigue estando muy por debajo de la del IPC general, más de cuatro puntos y medio.

Frente al mes anterior, los precios se encarecieron un 0,8%. Tanto el dato interanual como el intermensual son finalmente dos décimas superiores a lo que adelantó el INE a finales de febrero (+7,4% y +0,6%).

Comparando con los datos de enero, lo que más se ha encarecido han sido los carburantes, los combustibles para calefacción, las frutas y otros productos alimenticios, así como la restauración.

En el último año, la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se han encarecido un 51,7%; los aceites y grasas han elevado sus precios un 28,1% y el transporte personal es un 13,3% más caro por el mayor coste de los carburantes.