España destruyó 100.200 empleos en el primer trimestre de este año en comparación con los tres meses anteriores, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) que se han conocido este jueves. Es una cifra que está en línea con la media registrada desde 2014; en el primer trimestre el mercado de trabajo suele perder este volumen de empleados por el efecto de la campaña navideña.

Así, no son malos datos teniendo en cuenta que este trimestre se ha visto impactado por el fuerte aumento de los precios, sobre todo de la energía, y por la guerra en Ucrania. También hay que tener en cuenta que este primer trimestre no ha incluido la Semana Santa, como sí ha sucedido en otros ejercicios. Además, en términos desestacionalizados los ocupados aumentaron un 1,08% este arranque de año.

Distinto es el caso del paro, que ha aumentado en 70.900 parados a pesar de que la media desde 2014 es de unos 9.000 personas que se inscriben en las oficinas de empleo durante el primer trimestre. Son números que muestran, en este caso sí, una ralentización del mercado laboral. ¿A qué se debe?

En parte, al cambio de tendencia del sector público, que ha pasado de crear empleo trimestre tras trimestre a destruirlo. Durante toda la pandemia del coronavirus, la Administración ha liderado la contratación, superando trimestre tras trimestre su propia cifra de asalariados. Pero es una curva que dejó de ascender a final del año pasado.

En el segundo trimestre de 2020, el sector público contaba con 3,23 millones de trabajadores. La cifra no dejó de crecer a lo largo de los siguientes trimestres, llegando a los 3,48 millones de trabajadores en el tercer trimestre de 2021. Había sumado 138.500 empleados en un año y tres meses.

Pero entre octubre de 2021 y abril de este año el sector público ha despedido a casi 16.000 trabajadores (15.800) que habían entrado a reforzar sus plantillas. Solo este trimestre, ha perdido más de 7.000 empleos.

Durante los comienzos de año antes de la pandemia, el sector público solía crear puestos de trabajo, al contrario de lo que sucedía en el sector privado. En cambio, durante este primer trimestre el sector privado destruye menos empleo que antes de que estallase la crisis del covid.

En cifras absolutas, este trimestre el empleo privado ha perdido 92.900 trabajadores frente a los 7.400 del público. En total durante el último año el sector privado ha creado 807.200 empleos (+5%) y la Administración, 70.700 (+2%).

Aumenta la tasa de temporalidad en el sector público

Otra de las disonancias que esta EPA trae bajo el brazo es el aumento de la temporalidad en España, es decir, del porcentaje de empleos temporales sobre los indefinidos, del sector público. A pesar de que a nivel general la tasa de temporalidad se ha reducido hasta el 24,2%, frente al 25,3% de finales de 2021, gracias a la reforma laboral del 2021, no ha sucedido de la misma manera en la Administración.

La reducción de un punto en la temporalidad es una noticia que el Gobierno ha celebrado, dado que uno de los principales objetivos del cambio de legislación impulsado por Yolanda Díaz era este. El Gobierno considera que la inestabilidad laboral, facilitada por la reforma de Rajoy de 2012, ha llevado a que muchos españoles encuentren más dificultades para planificar sus vidas a largo plazo.

Sin embargo, en el sector público la tasa de temporalidad ha aumentado en un punto y medio este trimestre, del 21% registrado a finales de 2021 al 32,5% de estos tres meses, todo según la Encuesta de Población Activa. Es la tasa de temporalidad más alta nunca registrada, y también la cifra absoluta más alta. En total son 1,13 millones de funcionarios los que cuentan con un empleo temporal, frente a los 2,34 que tienen uno indefinido.