Situada entre dos potentes denominaciones de origen conocidas por sus tintos (Toro y Ribera del Duero), la D.O. Rueda se erige como el paraíso de los blancos en medio de la meseta castellana. Más de 42 años después de la aprobación, la comunidad bodeguera quiere seguir creciendo y ampliando su viaje al extranjero.

Hace pocos meses que tomó las riendas del Consejo Regulador de la D.O., Carlos Yllera. Licenciado en Ciencias Económicas y Administración de Empresas por la Universidad de Valladolid, lleva más de una década al frente de Bodegas Grupo Yllera como director general de un grupo que ya va por su sexta generación.

En total, dirige una denominación asociada a la variedad Verdejo que también ampara desde 2008 tintos y rosados está integrada por 74 municipios: 53 al sur de la provincia de Valladolid, 17 al oeste de Segovia y cuatro al norte de Ávila, en el sector central de la depresión que forma el río Duero.

Todos los viñedos se encuentran entre 700 y 870 metros sobre el nivel del mar. En esas tierras llanas pero altas, soportan inviernos fríos y muy largos, primaveras cortas con heladas tardías y veranos calurosos y secos, que sólo alteran algunas tormentas. Dicen que la diferencia de temperatura entre el día y la noche es el secreto del equilibrio entre el azúcar que la uva gana con el sol y la acidez que no pierde durante la fresca noche. Ahora mismo tratan de diversificar los productos para ganar consumidores y nuevos mercados.

-Pregunta: La Denominación de Origen tiene décadas de trayectoria. ¿En qué punto está ahora mismo?

-Respuesta: El año 2021 hicimos récord histórico de ventas. Llegamos a alcanzar más de 102 millones de botellas en el mercado. Y también hicimos récord histórico de exportación con casi 14 millones de botellas. Esto nos consolida como la segunda denominación de España por detrás de la D.O. Rioja. En el interanual, ya estamos por encima de los 106 millones de botellas, por lo que esperamos batir nuevo récord tanto de ventas como de exportación. Tenemos mucho potencial, aunque hay que refrendarlo en lo que queda de año.

-¿Qué le diferencia de otras denominaciones de blancos y cómo ha evolucionado el consumo en los últimos años?

Tenemos una cosa clara, que es la calidad. Eso nos define. En vinos blancos somos líderes en consumo en España y tenemos una relación calidad-precio en el mercado. Eso se traduce en ventas y en presencia en muchos mercados. Tenemos un amplio abanico de consumidores. Los jóvenes que empiezan a adentrarse en el mundo del vino les suele apetecer los vinos frescos y jóvenes y ahora estamos diversificando un poco más los tipos de vino.

Carlos Yllera, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Rueda.

-¿Ha cambiado en algo la pandemia su mix de ventas?

Durante la pandemia somos una de las pocas Denominaciones que hemos conseguido mantener las ventas e, incluso alguna bodega, crecer. Estamos muy integrados en todos los canales de distribución, tanto en Horeca (Hoteles, Restaurantes y Caterings) como en Alimentación. Se vende más en el primero que en el segundo y, aunque cambió algo con la pandemia, creemos que este año volverá a cambiar.

-¿En qué mercados extranjeros funcionan mejor los vinos de Rueda? ¿Dónde buscan crecer?

Principalmente, en Europa. Son países como Holanda, Alemania o Dinamarca, donde funciona muy bien. Y la tendencia en exportación está yendo a Estados Unidos, que es un mercado con un potencial de crecimiento muy importante. Con campañas de promoción se intenta ir a otros mercados como Puerto Rico o México. En Rusia funcionaba muy bien hasta la guerra de Ucrania. También intentamos entrar en Asia, sobre todo en China, pero es complicado por los requisitos que exigen.

- Las ventas internacionales representan un 15% del total, pero dicen querer llegar al 30%. ¿Qué margen se dan para llegar a ese objetivo?

No nos marcamos una fecha, porque lo importante es el trabajo bien hecho. El Consejo Regulado hace la labor de promoción, pero son las bodegas las que tienen que hacer el esfuerzo inversor.

-¿Les preocupa que el actual escenario de inflación retraiga la demanda por su impacto en la capacidad de gasto de las familias?

Es preocupante. Todos los momentos coyunturales que afectan al bolsillo de las familias, afectan después al consumo. En el caso de Rueda, nuestra relación calidad-precio nos hace ser más competitivos que otras Denominaciones. Pero si queremos crecer en el segmento de los Grandes Vinos de Rueda, sí que puede ser una cosa complicada.

-Hemos visto problemas de suministro, roturas de stocks y un incremento generalizado de los costes. ¿Cómo les está afectando este escenario a las bodegas?

Pues los precios energéticos, el déficit de materias primas que tienen algunas bodegas en algún tipo de producto como botellas o cartón, ha afectado. La huelga de transportes también afecto mucho, porque son ventas que se han perdido y no se van a recuperar.

-¿Cuánto les ha subido de media el cristal de las botellas?

El año pasado subió alrededor de un 20% de media y este ya tenemos una del 40%. El problema no es la subida de precios, porque lo estamos asumiendo. Tampoco es que hayan apagado hornos por los precios de la energía, sino que están mandando producto fuera, aunque no nos lo digan oficialmente. Y en el cartón, el año pasado nos hicieron seis subidas.

-¿Podemos ver este incremento de los costes trasladados al consumidor final?

No lo puedes aplicar directamente al mercado, sino que tienes que ir poco a poco o asumir la subida contra tu cuenta de resultados. En el caso de los vinos y las bodegas hay mucha oferta y es complicado, salvo que seas una marca muy importante donde los márgenes son más amplios.

-Seguimos sin viajar mucho al extranjero y los operadores turísticos dicen que cada vez buscamos más experiencias nacionales, pero fuera del típico 'sol y playa'. ¿Está el enoturismo entre esas preferencias?

La capacidad de crecimiento aquí es muy importante. Nosotros tenemos la Ruta del Vino de Rueda desde hace algunos años, con una unión de muchos factores como bodegas, establecimientos u hoteles. Y muchas bodegas están apostando por el enoturismo, porque al final es una forma de fidelizar al cliente con una marca en concreto.