Movimiento importante de Repsol en su estrategia corporativa. Si hace escasas 48 horas comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que se planteaba la venta de parte de su negocio de petróleo y gas, este jueves ha sorprendido al mercado con el desprendimiento del 25% de su área de renovables por 905 millones de euros. Esta operación, no obstante, era uno de los movimientos que más esperaba el sector energético.

En concreto, ingresará 905 millones de euros por su división verde, que está valorada en 4.383 millones de euros, incluida su deuda. El comprador, según ha comunicado a la CNMV es Crédit Agricole y EIP.

Para Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol, “contar con socios del prestigio de Crédit Agricole Assurances y EIP en Repsol Renovables refuerza la validez de nuestra estrategia y nuestra ambición de ser un actor relevante en la transición energética, y da cumplimiento a nuestras expectativas en este importante proceso”. “Nuestro objetivo es alcanzar una capacidad instalada de 6 GW en 2025 y 20 GW en 2030. Como socios, comparten nuestra visión estratégica para crecer en renovables, aportan su experiencia y subrayan el valor de nuestra plataforma de crecimiento”.

Cabe recordar que Repsol se planteó en un primer momento sacar a bolsa parte del área de renovables. De hecho, estaba previsto que se hiciera entre 2021 y 2022, pero el pinchazo del apetito inversor en las energías verdes provocó que la compañía cancelase la operación.

No obstante, el consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, ya indicó que se preveía tomar antes del verano una decisión final sobre la entrada o no de un socio minoritario en su negocio de renovables.

Además, la incorporación de Crédit Agricole Assurances y EIP como socios lleva aparejado un compromiso de inversión que refuerza el crecimiento de Repsol Renovables en línea con los ambiciosos objetivos de su plan estratégico, que pasan por alcanzar 6 gigavatios (GW) en 2025 y nuevos planes entre los que se incluyen la entrada en nuevos mercados y la incorporación de tecnologías complementarias como la eólica marina.

Se espera que la operación, que tendrá efectos económicos desde el 1 de enero de 2022, se complete antes de finalizar el año, una vez se hayan recibido las autorizaciones regulatorias necesarias. Según el acuerdo de accionistas, Repsol seguirá controlando el negocio de renovables, por lo que la sociedad Repsol Renovables y sus filiales se seguirán consolidando en las cuentas a la matriz.