La cadena hotelera Room Mate ha presentado ese viernes ante el Decanato de los Juzgados de lo Mercantil de Madrid la solicitud de concurso de acreedores voluntario acompañada de una oferta vinculante por parte de un inversor que plantea la continuidad del negocio y el mantenimiento de los empleos.

La hotelera del empresario Kike Sarasola ha informado de que todo ello está sujeto al análisis del administrador concursal y a la aprobación del juez. El concurso afecta exclusivamente a la compañía Room Mate y no al resto de sociedades del grupo.

La compañía había solicitado 52 millones al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas gestionado por la SEPI, sin que el organismo que preside Belén Gualda haya aprobado la petición.

La empresa asegura que durante el tiempo que dure el proceso, la actividad de la cadena hotelera continuará desarrollándose con "plena normalidad". En este sentido, remarca que la tranquilidad de sus clientes, trabajadores y proveedores "está asegurada".

La empresa dice querer acogerse a las nuevas vías que ofrece la última reforma de la ley concursal "para afrontar con mayores garantías y en las mejores condiciones la venta de su unidad productiva".

El comunicado de la empresa remarca que Room Mate se ha visto "fuertemente golpeada por la grave pandemia y por los litigios judiciales que mantiene la accionista Sandra Ortega con los bancos financiadores de Room Mate".

La hija de Amancio Ortega y Rosalía Mera anunció en mayo la intención de desalojar al grupo hotelero en los dos hoteles que opera en Miami y Nueva York, al exigir el 100% del pago del alquiler de los inmuebles. En este sentido, Room Mate se queja de que la empresaria ha mantenido una "extrema rigidez" en las negociaciones.

La empresa asegura que está en proceso de regularizar el pago con la mayoría de sus proveedores y está "en el camino adecuado para su recuperación, el proceso concursal es la fórmula más adecuada para su viabilidad futura".