El Gobierno da marcha atrás. Tras el polémico Real decreto en el que se instaba a regular a la temperatura a 27º en verano y 19º en invierno en los espacios públicos como bares, restaurantes, cines o centros comerciales, el Ministerio de Transición Ecológico ha cambiado su versión y ahora plantea la posibilidad de que la restauración pueda ganarle un par de grados al aire acondicionado.

La titular de la cartera energética, Teresa Ribera, ha aclarado que los 27 grados se aplicarán "con flexibilidad" y ha puesto como ejemplo que discotecas, cocinas y gimnasios necesitan una temperatura distinta a otros espacios como una librería. Así, es posible que los bares y restaurantes puedan llegar a los 25º.

"No se puede pedir a trabajadores que están en condiciones de ejercicio físico importante que no tengan las condiciones que el derecho laboral garantiza con respecto a los máximos y mínimos de temperatura", ha asegurado Ribera en declaraciones a Onda Cero.

Por ello, los comercios y establecimientos deberán justificar cuándo no aplican el límite de temperatura en el termostato, una flexibilidad incorporada en el decreto ley para proteger los derechos de la salud laboral de sus trabajadores.

Ribera ha señalado que este primer paquete de medidas está pensado para edificios de uso público "con flexibilidades" según el tipo de actividad económica y el trabajo que se desempeñe.

En los últimos días se ha destapado la caja de los truenos y las comunidades autónomas han criticado duramente al Gobierno por el Real decreto aprobado esta semana. La primera en salir en público a llevar la contraria fue Isabel Díaz Ayuso, quien amenazó con llevar al Tribunal Constitucional, las nuevas medidas.

Euskadi, de hecho, ya dijo que tenía su propio plan y que lo estrenaría el próximo mes de septiembre, con medidas que se "alinean con las de Europa" para ser eficientemente mejores en materia de Energía.