A la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) las reglas fiscales actuales le parecen "ineficaces". Cree que no han impedido que se aumente la deuda hasta niveles muy elevados y "nunca vistos", que no ha conseguido que se diseñen políticas fiscales estables y que todo ello ha disparado la vulnerabilidad de las economías incluso en tiempos de paz.

Por eso, aboga por una reforma del marco fiscal y pocos días antes de que Bruselas presente su propuesta en este sentido, este viernes el organismo ha publicado el suyo propio, que ya comunicó a la Comisión Europea en una reunión y ha trasladado al Gobierno en otro encuentro con el Tesoro -dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos-.

Lo que la AIReF plantea ahora es sustituir las actuales reglas fiscales y las sanciones que llevan aparejadas, que nunca se han aplicado, por otro modelo. Su reforma exigiría que cada Gobierno al inicio de su legislatura proponga un objetivo de deuda y una senda de gasto a medio plazo, que le permita reducir la ratio, y que se comprometa a cumplirla a lo largo de todo su mandato.

Esta senda deberá ser aprobada por el Congreso y también por las autoridades comunitarias, y serviría de referencia a lo largo de los cuatro años siguientes. Podría modificarse, pero solo en circunstancias excepcionales mediante la activación de una cláusula de escape, al contrario de lo que sucede en la actualidad. Según explican desde la AIReF, en la última década (2009-2019) el objetivo de déficit se cambió seis veces entre la elaboración de los presupuestos y su ejecución, es decir, que para el mismo año se modificaba el objetivo en tan solo unos meses.

"Actualmente en la realidad no hay esa política fiscal de medio plazo, el marco actual es muy eficaz, ni existe un mecanismo supereficaz, y las sanciones de Bruselas históricamente tampoco han sido eficaces", han asegurado desde el organismo en un encuentro con periodistas. Lo que la propuesta no incluye es unas cifras concretas de deuda ni déficit sobre PIB a las que tendría que ceñirse el Ejecutivo, porque en la Autoridad entienden que "no existen" umbrales óptimos en la literatura, sino que tendrían que fijarse en cada caso.

Después, las instituciones fiscales serían las encargadas de supervisar el cumplimiento de este compromiso en circunstancias de bajo riesgo, por ejemplo con informes periódicos a sus homólogos de la UE. En caso de falta de cumplimiento por parte de los Gobiernos, sería la Comisión Europea la encargada de supervisarlo y la que debería establecer requisitos más estrictos.

Replicar el mecanismo del Plan de Recuperación

La propuesta no incluye sanciones concretas en caso de incumplimientos. Sí insiste en que la idea es replicar el esquema que ahora se utiliza para articular los fondos europeos ligados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En este ámbito, los gobiernos se aseguran la recepción del dinero cumpliendo unos objetivos que ellos mismos se han marcado y que la Comisión ha aprobado.

En ese sentido, considera que si un gobierno diseña un plan que la Comisión aprueba y después no lo cumple, o lo modifica, a nivel político tendría un mayor coste que en la situación actual. Así, confía en que los ejecutivos se ceñirían más a estos planes y estima que se conseguiría dotar de más estabilidad a medio plazo.

Hay que recordar que la Comisión Europea arrancó un proceso de revisión del marco fiscal en febrero de 2020, que tuvo que interrumpir por la pandemia del Covid. Entonces, permitió a los países miembro "saltarse" las reglas fiscales -las suspendió- y, así, gastar más para impulsar a sus hogares y empresas en mitad de la crisis sanitaria. Pero en octubre de 2021 retomó ese proceso y recabó opiniones de entre los países, consulta en la que participó AIReF.

Ahora, lanza esta propuesta analizando los problemas actuales del marco fiscal y recopilando todo lo que debería incluir la reforma. La postura de la Comisión, previsiblemente, se conocerá en los próximos días.