"Si países como Turquía o Egipto tienen un nivel tan alto de interceptaciones en controles cuando solo se comprueban 2 o 3 de cada 10 frutas que importamos, es más que probable que en nuestras fronteras estén entrando productos que incumplen la normativa europea". Son declaraciones de Carles Peris, responsable de cítricos de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, una de las organizaciones que provocó que la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE incrementara las inspecciones para la entrada de frutas y hortalizas en nuestros mercados. El aumento de seguridad fue de "un 5% o un 10%" según los casos y, por ejemplo en Turquía, se ha pasado de 267 alertas en 2020 por productos con materias activas no autorizadas en la UE o por superar los Límites Máximos de Residuos (LMR) permitidos a 381 en 2022. "Si subimos el porcentaje de revisión y los datos de detección se multiplican quiere decir que los países no están interesados en hacer las cosas bien", destaca Peris en conversación con El Independiente.

Los agricultores españoles, en este caso los miembros de Unión de Uniones, reclaman que si los productores ajenos a la UE compiten en su territorio han de hacerlo bajo los mismos estándares de producción. "Nosotros tenemos la normativa más estricta en términos fitosanitarios a nivel mundial. Miras los datos y ves España que no tiene prácticamente alertas. Son detecciones irrisorias, una o dos al mes", indica Peris, que evidencia que "las normas impiden que nuestro coste de producción se aproxime al de países como Turquía y Egipto, pero sí que podemos garantizar que cumplimos con todos los requisitos de la UE".

Queremos cláusulas espejo para competir en igualdad de condiciones

Carles peris,responsable de Cítricos de Unión de Uniones

El estudio realizado por la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos revela que Turquía y Egipto han tenido 1.189 alertas durante el periodo 2020-2022 por entradas a la UE de productos hortofrutícolas con materias activas no autorizadas en la UE o por superar los LMR permitidos. Una de las peticiones de los agricultores españoles dirigida tanto al ministro de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente Luis Planas como a la Comisión Europea es que los productores extracomunitarios han de cumplir los mismos estándares que ellos. "Queremos que se implanten cláusulas espejo para que todas las agriculturas que quieran vender su producto en Europa se ciñan a las mismas obligaciones. También pedimos que haya adquisición de compromisos, ya que de no hacerlo perdemos competitividad en nuestro principal mercado, Europa. Es algo muy fácil de entender pero la Comisión no acaba de impartir justicia", condena el responsable de Cítricos de la Unión de Uniones.

Cierre de importaciones

En una carta de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos enviada a Luis Planas la organización solicita: que el ministerio promueva a la Comisión Europea incrementar al 30% el control de identidad y físicos de las importaciones procedentes de Turquía y Egipto de aquellos productos sobre los que se ha detectado un incremento significativo en el número de alertas y, de manera especial para las mandarinas procedentes de Turquía y de las naranjas procedentes de Egipto, en los que las alertas han sido más frecuentes; mantener esta medida durante un período de 12 meses y establecer que, si durante cualquiera de los meses de este período se observa un incremento del 5% de las alertas en algún producto se deben cerrar las importaciones de Turquía y Egipto de estos productos agrícolas por el riesgo de su entrada con restos de pesticidas no autorizados en la UE o con un nivel de residuos superior a los establecidos.

Peris apunta que la suspensión de las importaciones "sería un éxito". "Lo que queremos hacer ver es que hay otras fórmulas mucho más viables para dar garantía a los estándares de producción y al consumidor. La solución está en hacer las cosas bien en origen. Si a estos países no les fuerzas y les conciencias en que tienen que hacer una agricultura diferente y más adaptada a los estándares europeos no controlaremos nunca lo que pasa por nuestras fronteras".

La sensación de los agricultores españoles es que cuando hay tantas detecciones en frontera pese a los bajos niveles de control no se puede asegurar al consumidor que no atraviesen productos que incumplan la normativa. "No es solo por los productores. El consumidor tiene derecho a elegir lo que quiera cuando va a un supermecado, pero también a que se le garantice que todas las opciones tienen los mismos estándares de producción", explica Peris. "Hay que alinear las relaciones comerciales de la UE a las normas de producción europeas. En un contexto de encarecimiento de los costes de producción, es más fundamental que nunca comenzar a exigir a los productos importados de países terceros los mismos requisitos fitosanitarios, ambientales, de seguridad y éticos que están regulados para las producciones europeas", concluyen desde la Unión.