Economía

Castilla-La Mancha acumula dos años con la inflación más alta de España

Los precios aumentaron un 10,1% en el conjunto de 2022, un punto y medio más que en el conjunto del país, sobre todo por la calefacción, la luz y el agua

Un hombre camina protegido con mascarilla por el puente de San Pablo de Cuenca.

Un hombre camina protegido con mascarilla por el puente de San Pablo de Cuenca. EP

Castilla-La Mancha registró la inflación más alta de toda España en 2022. Sus ciudadanos vieron subir los precios de su cesta habitual de la compra mucho más que el resto del país, en una escalada que tiene lugar por segundo año consecutivo. En 2021, los manchegos también experimentaron el mayor incremento de los precios de todo el territorio nacional, algo que no era la primera vez que sucedía: ya se repitió en años anteriores, como en 2018 y 2011.

El año pasado, los castellano-manchegos pagaron los bienes y servicios que suelen comprar cada mes un 10,1% más caros que durante 2021, siempre según muestra la media anual del índice de precios al consumo (IPC). Las cifras las publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) en base a la media de los datos mensuales, siempre en comparación con los precios del año anterior. En cambio, en el resto de España los precios se encarecieron un 8,4%.

Asimismo, y a vista de los mismos datos, la región más inflacionista de España también registró el pico más alto de precios de todo el país en cualquier mes. En julio, los precios en La Mancha aumentaron un 13,2% con respecto a los del mismo mes del año anterior, cifra que no se ha dado en ninguna otra comunidad española en ningún mes, e inédita también en años anteriores.

Toledo, provincia más inflacionista de España

Por provincias, los mayores incrementos de precios los registraron Toledo, con una inflación media anual del 10,7%; Cuenca y Ciudad Real, con un 10,1%, y Albacete, con un IPC del 9,4%. Mientras, la inflación media de 2022 en el resto del país fue del 8,4%, la más alta que se registra desde 1986, cuando España se vio envuelta en una fuerte crisis de precios por la crisis del petróleo de los 70. Entonces, se llegaron a registrar tasas de inflación anuales de más del 20%.

Al mismo tiempo, y como curiosidad, los datos recogen que las provincias menos inflacionistas de todo el país han sido Santa Cruz de Tenerife, con una subida de precios media del 7,3%; Madrid, con un aumento del el 7,5%; Barcelona, con un el 7,6%, y Las Palmas y Ceuta, con un 7,7%.

La comparación entre otras comunidades autónomas arroja que después de Castilla-La Mancha (10,1%), como regiones más inflacionistas se encuentran Aragón (+9%), Castilla y León (+9,5%) y Galicia (+9%). En el otro lado de la tabla se encuentran Madrid y Canarias (+7,5%) y Ceuta (+7,7%).

La cesta de los manchegos se encareció más por la calefacción, la luz y el agua

Los mismos datos del INE revelan que la diferencia se debió, sobre todo, al encarecimiento de la calefacción, la luz y el agua corriente, que costó a los manchegos un 36% más que el año anterior, y eso que en 2021 los tres componentes ya subieron un 24% de precio. Son más de ocho puntos de diferencia entre la comunidad autónoma y el conjunto del país. En cambio, a nivel nacional la calefacción, luz y agua aumentó un 28% de precio, y el año anterior un 22%. 

Por otro lado, también hubo ciertos alimentos básicos que subieron de precio muy por encima de lo que lo hicieron en el resto de España: los huevos, que se dispararon un 25% frente al 21% de media nacional (casi 5 puntos de diferencia); la carne de ave como el pollo, que sumó un 16% frente al 14% nacional; la fruta, con un encarecimiento del 13% en La Mancha y un 11% en el conjunto del país; la carne de vacuno, que subió un 14% en la región y un 12% en toda España; las legumbres y hortalizas (+14% en La Mancha, +12% en España) o los aceites (+34%, frente a +32%).

El transporte público fue otra de las rúbricas que llama más la atención de toda la tabla, puesto que bajó de precio gracias a las medidas del Gobierno, pero lo hizo dos puntos menos en Castilla-La Mancha de lo que lo hizo en el conjunto del país. Es decir, que mientras que los ciudadanos de toda España pagaron un 7% menos por usar el transporte público en el conjunto de 2022 -siempre en comparación con el año anterior-, en La Mancha pagaron un 5% menos.

La población más dispersa paga más por la gasolina

"El impacto de las medidas del Gobierno no es igual en todas las comunidades autónomas. La subvención al transporte en cercanías y metro es más importante en Madrid y en Cataluña porque allí tiene más peso el uso de esos medios de transporte que en Castilla y León o Castilla-La Mancha", explica María Jesús Fernández, la economista al frente del área de coyuntura económica del centro de estudios Funcas. 

Fernández también insta a recordar que la cesta de la compra que se utiliza para calcular el IPC es diferente en cada lugar: "Y en cada comunidad autónoma la estructura de gasto puede ser diferente, es decir, que consumen más unas cosas y menos otras", remarca. Es algo que podría afectar al índice total, si allí se da más peso en la cesta a un producto que se ha encarecido más. Es algo que confirman desde el INE, preguntados por la mayor inflación de Castilla: así, un mismo aumento de precio tiene un mayor impacto en la población que consume más ese bien.

Del lado de los carburantes, la economista apunta al mayor precio de las poblaciones más dispersas. "Si analizas comunidad a comunidad, parece que hay un patrón: las regiones con población más dispersa pagan más. Puede ser un tema de competencia, porque en las ciudades, donde la gente vive más concentrada en núcleos metropolitanos, hay mucha oferta, mientras que en otras zonas más rurales a lo mejor cuentan con un surtidor para 10 kilómetros a la redonda, por lo que el consumidor no tiene tanto para elegir", señala, aunque otros factores podrían tener que ver con las diferentes dinámicas de oferta y demanda por la demografía y la renta per cápita.

Por otro lado, posiblemente las medidas del Gobierno expliquen por qué la vivienda en alquiler se encarece levemente, tan solo un 1,3% a nivel nacional y 1,2% en Castilla-La Mancha, en el año en que la inflación ha sido más alta desde 1986. Con el tope que el Ejecutivo impuso a los alquileres en abril, y que continuará vigente hasta final de año, los caseros solo pueden subir el precio del alquiler un 2%, aunque los contratos incluyan cláusulas de revalorización del precio con el IPC (que ha sido de un 8,4%, de media en el conjunto del año, y alcanzó el 10,7% en julio). Este límite afecta a todos aquellos que tengan que actualizar su renta, pero no a los nuevos contratos, en cuyo caso los propietarios sí pueden actualizar el precio del alquiler tanto como estimen.

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