Triciclazol. Esta es la sustancia que ha causado la discordia entre los arroceros españoles y la Comisión Europea, que tal y como denuncia AVA-ASAJA, propondrá en la próxima reunión del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (SCoPAFF) aumentar de 0,01 a 0,09 mg/kg la tolerancia de importación del triciclazol, a pesar de tratarse de una sustancia cuyo uso está prohibido para los agricultores de la Unión Europea (UE). La utilización del fungicida permite acabar con un hongo que solo en la variedad bomba mermó un 50% la producción del parque natural de La Albufera; sin embargo, los arroceros nacionales están privados de ese arma que, de concretarse la petición de la Comisión Europea, se podrá emplear a mayor escala por los competidores de fuera del continente, especialmente India y el resto de Asia.

"Hay una clara intención de la UE en que se importe más arroz procedente de India y Asia. No es que se haya tomado una decisión sin sentido o por error, hay una voluntad clara de la Comisión Europea en hacer esto", condena en conversación con El Independiente Juan Salvador Torres, secretario general de Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). "Es una manera muy simplona de permitir que ciertos países, exportando estos productos a la UE, consigan divisas para pagar tecnología e infraestructuras que luego van a ofrecerse desde Europa", subraya Torres.

La sensación que transmite Torres es que desde las zonas productoras de arroz en España sienten que la UE favorece a países ajenos al ámbito europeo para después "venderles automóviles, tecnología, armamento, equipos industriales, construir hospitales y carreteras. No es la primera vez que alguna multinacional española se ha beneficiado en un país extranjero de un negocio a costa de joder a la agricultura". Según avanza el COPA-COGECA, órgano que aglutina a las principales organizaciones agrarias y cooperativas europeas, Bruselas plantea multiplicar hasta por nueve el umbral de tolerancia del Triciclazol con el objetivo de favorecer la entrada de más cargamentos de arroz procedentes de Asia, especialmente de la India, que acumulan interceptaciones en las fronteras europeas por exceder dicho límite. Las importaciones de arroz a la UE se han incrementado un 40% en el último año comercial. 

El problema del triciclazol

La polémica en torno al uso del fungicida no atiende a razones sanitarias, sino a las diferentes reglas de juego que perjudican a los productores europeos y benefician a los extracomunitarios en un mismo mercado. Torres explica que el triciclazol es una sustancia genérica "que pueden fabricar varias empresas", pero como todas las sustancias tiene que pasar una revisión. "Si la sustancia en cuestión no está protegida por una patente, como en este caso, las compañías no tienen interés en presentar nueva documentación para mantenerla en el registro porque vale millones y no saben si van a rentabilizar la inversión necesaria para justificar que el uso no implica problemas".

En Europa el triciclazol no está autorizado; "No porque se haya demostrado que sea perjudicial para el arroz, sino porque cuando ha llegado a revisión ninguna empresa ha tenido interés en mantenerla. Como fuera de Europa no existe la burocracia que hay aquí utilizan el triciclazol sin problema", destaca Torres.

El triciclazol es esencial para el control de la principal enfermedad del cultivo del arroz, la pyricularia oryzae. Desde su prohibición, los arroceros valencianos solo disponen de dos sustancias autorizadas, de manera que la pyricularia ya ha generado importantes resistencias. "Las resistencias se producen porque si solo hay dos materias activas para combatir el hongo y cada año las empleas varias veces, con el paso del tiempo algún hongo muta y resiste a las materias que hayas utilizado. Lo que necesitamos son varias materias para combatir la enfermedad para intercalar los productos y que no se generen resistencias".

AVA-ASAJA ha enviado una carta al ministro de Agricultura Luis Planas, al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, a la consellera de Agricultura, Isaura Navarro y a los europarlamentarios españoles con competencias en agricultura, seguridad alimentaria y comercio internacional "para que acometan las gestiones necesarias, dentro de sus responsabilidades, dirigidas a lograr la máxima oposición frente a esta iniciativa comunitaria". "Precisamente Planas es de los que más ha defendido en Europa que hay que establecer clausulas espejo, es decir, que la misma regulación que nos obligan a cumplir a nosotros tienen que exigirla a los países de fuera de la UE que quieran vender aquí sus productos. España tiene que ser coherente y votar en contra de aumentar la tolerancia de importación del triciclazol", asevera Torres.

AVA-ASAJA invita a que las organizaciones agrarios de todos los países europeos hablen con sus respectivos gobiernos para que se opongan a la decisión: "Si hay un grupo suficientemente importante que votan en contra no se aprobará". Los arroceros temen que su reclamación no surja efecto y señalan que los efectos de la propuesta de la Comisión Europea conducen a los agricultores a una situación "insostenible, de ruina".