Los becarios tendrán su propio Estatuto a lo largo de los próximos días. Después de más de un año trabajando en esta nueva ley, este viernes el acuerdo "es inminente", según ha podido confirmar este periódico. El texto saldrá adelante con el visto bueno de los sindicatos mayoritarios, pero no con el de las organizaciones de empresarios, que llevaban meses discrepando con las medidas que el Ministerio de Trabajo ponía sobre la mesa.

El Estatuto del Becario finalmente no prohibirá las prácticas extracurriculares -las que se realizan más allá de lo que exige el programa académico-, pero las limita y recogerá derechos de estos trabajadores como la obligatoriedad de que se les compense los gastos en los que incurran para el desempeño de sus funciones o el derecho a vacaciones y a festivos como el resto de empleados. Asimismo, la norma prevé la imposición de multas de hasta 225.000 euros por incumplimiento de la misma.

La ministra Yolanda Díaz ha insistido en multitud de ocasiones en que la norma será clave para erradicar «una parte de la precariedad» en el país, la relacionada con el mal uso de las prácticas en las empresas. Como ejemplo, recientemente aseguró que una persona que realice prácticas en un periódico no podrá publicar piezas a su nombre, puesto que ese trabajo deberá realizarlo solo un empleado de la plantilla. Con el cambio, espera que sea el fin de «los falsos becarios».

Con la convocatoria de elecciones, que ha llevado a la disolución del Congreso de los Diputados, será la Diputación Permanente de esta cámara la que deberá aprobar la norma después de que pase por el Consejo de Ministros, que sí se sigue celebrando con normalidad los martes. Pero para eso aún los sindicatos y los representantes del Ministerio de Trabajo deben terminar de cerrar un texto definitivo, algo que previsiblemente ocurrirá a lo largo de los próximos días.

"Quedan algunos pequeños flecos. Seguiremos trabajando en cerrar un acuerdo que sirva para que los becarios y becarias de este país no tengan una entrada en el mundo laboral por la vía de la explotación y por la vía de la precariedad como sucede ahora mismo, sobre todo eliminando el fraude, que es en lo que estamos centrados", ha asegurado Adrià Junyent, secretario de juventud de CCOO.

Ya desde Comisiones Obreras habían remarcado que no firmarían ningún acuerdo si no garantizaba evitar el fraude en las prácticas. En esta línea, los sindicatos ya firmaron el pasado octubre un preacuerdo con el Ejecutivo, que rechazó CEOE, por lo que Trabajo trató de seguir negociando con nuevos borradores, como uno en enero que introducía una moratoria a la prohibición de las prácticas extracurriculares.

Pero aun con los cambios de Trabajo los nuevos borradores seguían sin gustar a los empresarios, presionados por la comunidad universitaria, que asegura en que las novedades limitarán la empleabilidad de sus estudiantes. En esa línea, la presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) pidió en una entrevista esta semana que se de marcha atrás a la cotización de los becarios que debe entrar en vigor en octubre porque así se aprobó como parte del acuerdo de pensiones de 2021.

Ello conllevará a que centenares de miles de jóvenes que realizan prácticas no laborales, incluso no remuneradas, empiecen a cotizar a la Seguridad Social, algo que según la CRUE "no se ha consensuado con las universidades". Hay que recordar que las cotizaciones de este tipo de becarios están bonificadas en un 95% para que su coste no sea un problema para las empresas. Sin embargo, desde las universidades insisten en que el mero hecho de tener que dar de alta y de baja a los becarios de la Seguridad Social sigue suponiendo una dificultad importante para las empresas, que podrían limitar el uso que ahora hacen de los becarios.