El mercado hipotecario empezó a cambiar en abril de 2022, cuando el euríbor, índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables en España se puso en positivo por primera vez en seis años. El cambio se pronunció todavía más en julio cuando el Banco Central Europeo subió por primera vez en 11 años los tipos de interés. Así que en algo menos de dos años, las hipotecas han subido su precio. Pero por el momento, las variables siguen siendo más baratas que las fijas, a pesar de que el euríbor esté en 4%. 

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en septiembre, las hipotecas variables fueron un 10% más baratas que las fijas, en el momento de su constitución. Así, el interés medio al inicio de la hipoteca media fue del 3,40% frente al 3,09% de las variables. Esta diferencia a favor de las variables se debe, principalmente, a que la subida del euríbor hace que las fijas se encarezcan para hacer más atractivas las otras para el mayor pago de interés. 

Esta diferencia hace que el 43,8% de las hipotecas sobre viviendas se constituyeron el pasado mes de septiembre a tipo variable, mientras que el 56,2% se firmaron a tipo fijo, el porcentaje más bajo desde marzo de 2021

Sin embargo, en los últimos meses esta diferencia se ha ido estrechando. Hay que tener en cuenta que los datos del INE son del mes de septiembre y en agosto el euríbor registró el primer descenso de dos años, pero aún así se situó por encima del 4%. En septiembre, el índice volvió a subir. Aunque en abril y en mayo de 2022, cuando el euríbor se cambió a positivo, las hipotecas variables eran más caras que las fijas.

Tradicionalmente, con el euríbor positivo, los hipotecados a tipo fijo han pagado unas hipotecas más caras, pero con la tranquilidad de saber cuánto van a pagar cada mes. Los que tienen una hipoteca a tipo variable tienen que revisar su préstamo una vez cada 12 meses, en esa revisión si el euríbor ha subido, su cuota subirá, si ha bajado, bajará la cuantía a pagar. Esto ha sido uno de los problemas del último año, ya que el 70% del saldo hipotecario vivo es variable y muchos han visto como su cuota ha subido en 200 euros mensuales. 

La subida de esa cuota depende del año en el que se contrató el préstamo hipotecario. Por ejemplo, CaixaBank calcula que la hipoteca de sus clientes ha subido de media unos 90 euros mensuales, es decir, algo más de 1.000 euros al año, por lo que aleja los más de 200 euros de subida que se apuntan, aunque su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, matizó que habría clientes que sí que les habrá subido ese dinero, pero no son la mayoría. 

El problema en esta ocasión es que el euríbor ha subido con mucha fuerza, pasando de estar en negativo a situarse por encima del 4%. Este mes de noviembre, al que le faltan dos días para su cierre, se registrará la segunda caída del euríbor en algo menos de dos años. Este descenso podría dar un alivio a los hipotecados, pero el índice aún se situará por encima de ese 4%. Las previsiones apuntan a que en 2024, el euríbor bajará y se situará en el 3,5%. 

En términos generales, el precio de las hipotecas ha aumentado un 85% desde que el euríbor se puso en positivo, en abril de 2022. El interés medio en septiembre se situó en el 3,26%, su valor más alto desde febrero de 2016, con un plazo medio de 24 años. Respecto a un año antes, el tipo de interés medio para los préstamos sobre vivienda ha aumentado en 1,26 puntos. Es el sexto mes consecutivo en el que el tipo de interés supera el 3%.

El número de hipotecas constituidas sobre viviendas bajó un 29,6% el pasado mes de septiembre respecto al mismo mes de 2022, hasta sumar 31.054 préstamos. Con el descenso interanual de septiembre, el más pronunciado desde enero de 2021, la firma de hipotecas sobre viviendas encadena ocho meses de tasas negativas, aunque el de septiembre ha sido mayor que el registrado en agosto (-22,7%).