La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha insistido este jueves en la necesidad de subirle los impuestos a las grandes fortunas después de que más de 250 millonarios y multimillonarios firmaran una carta contra la desigualdad con motivo del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).

"Hasta los más ricos son conscientes de que la desigualdad es perjudicial para el conjunto de la sociedad. Así nos lo han dicho claramente en Davos", ha subrayado la vicepresidenta en sus redes sociales.

Díaz ha defendido en que "quien más tiene, más tiene que contribuir", por lo que ha abogado de nuevo por elevar la fiscalidad a las grandes fortunas.

250 ultrarricos piden más impuestos

En una carta abierta titulada 'Proud to Pay More', 250 multimillonarios y millonarios instan a los líderes políticos que se están reuniendo esta semana en el Foro Económico Mundial de Davos a que graven más a los popularmente conocidos como 'ultrarricos' para combatir la desigualdad.

"Nuestra petición es simple: os pedimos que nos hagáis tributar más a nosotros, a los más ricos de la sociedad. [...] Si los representantes electos de las principales economías del mundo no toman medidas para hacer frente al dramático aumento de la desigualdad económica, las consecuencias seguirán siendo catastróficas para la sociedad", han defendido en la misiva figuras como Abigail Disney, heredera de la compañía de animación, o Valerie Rockefeller.

En la exposición de motivos, los firmantes han razonado que aumentar su contribución a las arcas públicas "no alterará en gran medida" su calidad de vida, ni perjudicará a sus hijos, ni reducirá el crecimiento económico de sus naciones.

Según los mismos, el efecto producido será el contrario, puesto que se pondrá al servicio de un "futuro democrático en común" una riqueza "excesiva e improductiva" en forma de inversiones.

En este sentido, la carta ha asegurado que los más ricos son quienes más se benefician actualmente del 'status quo', y han emplazado a los políticos a actuar dado que la desigualdad ha alcanzado un "punto de inflexión" que amenaza, incluso, la estabilidad económica, social y ecológica.

"Todos sabemos que las promesas de las 'trickle-down economics' no se han plasmado en la realidad. Por el contrario, nos ha brindado salarios estancados, infraestructuras en ruinas, servicios públicos deficientes y ha desestabilizado la propia institución de la democracia", han resumido.