En el mundo del alquiler, dos figuras emergen como protagonistas principales: el arrendador y el arrendatario. Estos términos, aunque de naturaleza legal, a menudo resultan confusos para quienes no están familiarizados con ellos.

Por ello nos sumergimos en universo del alquiler para desentrañar quién es quién y cuáles son sus respectivos roles en esta relación contractual tan importante para ambas partes.

¿Quién es el arrendador?

El arrendador, en términos simples, es la persona que cede el uso y disfrute de un bien de su propiedad a otra persona a cambio de una contraprestación económica.

En otras palabras, es el propietario del inmueble que se encuentra disponible para ser alquilado. Entre sus responsabilidades primordiales se encuentra garantizar que la vivienda esté en condiciones habitables y llevar a cabo las reparaciones necesarias durante el período de arrendamiento para mantenerla en óptimas condiciones para el arrendatario.

¿Y quién es el arrendatario?

El arrendatario, por otro lado, es aquel individuo que recibe el derecho de uso y disfrute de la propiedad a cambio del pago de un alquiler estipulado.

Es el inquilino, quien se compromete a respetar las condiciones establecidas en el contrato de arrendamiento y a mantener la vivienda en buenas condiciones durante el tiempo acordado. Su principal derecho radica en la ocupación y disfrute del inmueble durante el período estipulado en el contrato, siempre y cuando cumpla con sus obligaciones financieras y de mantenimiento establecidas.

Derechos y obligaciones de un alquiler

El contrato de arrendamiento establece los derechos y obligaciones tanto del arrendador como del arrendatario, asegurando así una convivencia armoniosa y justa entre ambas partes. Algunos de los derechos y obligaciones más relevantes son los siguientes:

El arrendador tiene el derecho de recibir el pago del alquiler dentro del plazo acordado, así como de solicitar una fianza y otras garantías económicas para asegurar el cumplimiento del contrato. Además, puede recuperar la propiedad después de un año de contrato si necesita ocuparla él mismo o para el uso de un familiar directo.

Asimismo, es responsable de mantener la propiedad en condiciones habitables y de respetar la intimidad del inquilino.

Por otro lado, el arrendador tiene la obligación de mantener la propiedad en buen estado de conservación y realizar las reparaciones necesarias para garantizar su habitabilidad. También debe respetar la intimidad del inquilino y declarar el alquiler que percibe de acuerdo con la normativa fiscal vigente.

El arrendatario tiene el derecho de residir en la propiedad durante el período de arrendamiento y de solicitar reparaciones en caso de averías o desperfectos. Además, puede cambiar la cerradura por motivos de seguridad y negociar condiciones adicionales con el arrendador, siempre y cuando no contravengan la ley.

En cuanto a las obligaciones del arrendatario, este está obligado a pagar el alquiler y la fianza en los plazos establecidos, así como a mantener la propiedad en buenas condiciones y a respetar las normas de convivencia establecidas en el contrato.

Conceptos que se deben conocer de un alquiler

Además de arrendador y arrendatario, existen otros conceptos relevantes que es importante tener en cuenta en el ámbito del arrendamiento:

  • Arrendamiento: término que se refiere al contrato de alquiler.
  • Subarrendamiento: situación en la que el inquilino alquila parte de la propiedad a un tercero.
  • Desistimiento: posibilidad de que el inquilino abandone la propiedad antes de la finalización del contrato, según las condiciones establecidas.
  • Tanteo y retracto: derecho del inquilino a comprar la propiedad en caso de venta, sujeto a ciertas condiciones.
  • Usufructuario: persona con derecho a residir en la propiedad sin contrato ni pago de alquiler.
  • Arras: cantidad de dinero entregada como señal en el contrato de arrendamiento.

Por tanto, comprender quién es el arrendador y quién el arrendatario es esencial para establecer una relación de alquiler exitosa. Conocer sus derechos y obligaciones, así como otros conceptos relacionados, proporciona una base sólida para una convivencia armoniosa y justa en el mundo del arrendamiento urbano.