Claudia Buch, presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), participó este lunes en la reunión de los ministros de la zona euro para hacer balance de la situación del sector bancario. Durante su intervención, subrayó que "los bancos con buena capitalización son la columna vertebral de una economía fuerte".

Es habitual que el BCE haga hincapié en la resiliencia de los bancos, pero estas palabras cobran mayor importancia ante el contexto bancario en España. Buch insistió en que los bancos con buena capitalización "dan beneficios a la sociedad" y están mejor preparados "para absorber potenciales shocks y competir con homólogos internacionales".

La responsable de la supervisión bancaria europea mantuvo una reunión con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y la responsable del Tesoro y Financiación Internacional, Paula Conthe. Según fuentes conocedoras de la conversación, era una toma de contacto tras el nombramiento de Cuerpo, pero como explicó el ministro también hubo tiempo para hablar de la intención de BBVA de comprar Banco Sabadell.

El ministro indicó que Buch tenía "curiosidad" por los argumentos del Gobierno que ya se ha mostrado en contra de la operación, por la concentración bancaria que ya existe en España. Según ha podido saber El Independiente, desde el BCE se limitaron a exponer cuál es el procedimiento para que el supervisor bancario apruebe la operación.

"Hemos comentado el estado de situación y la buena salud de nuestro sistema financiero y también le he comentado esas preocupaciones con respecto al impacto en términos de concentración y, por tanto, el posible efecto lesivo en términos de competencia que podría tener esta operación", indicó Cuerpo en Bruselas.

Cabe recordar que la opa requiere el visto bueno del BCE, la CNMV, la CNMC y las autoridades de competencia de Reino Unido. Sin embargo, en términos de concentración y de competencia -las preocupaciones que ha manifestado el Gobierno- es la CNMC quién debe evaluar la compra. En este sentido, el papel del BCE es el de revisar los requisitos de capital y el modelo de negocio que plantee la hoja de ruta del banco que preside Carlos Torres.

En general, el BCE no rechaza las compras o fusiones bancarias porque se generen bancos "demasiado grandes", sino que se limita a revisar la reputación de la entidad compradora y los balances financieros.

En los últimos años, los supervisores han hecho hincapié en la necesidad de que las fusiones bancarias sean transfronterizas, de forma que puedan competir con bancos estadounidenses en tamaño. Sin embargo, en España no se han producido y se ha tendido a una concentración de la banca española que ahora es una crítica para la operación que quiere realizar el BBVA.

Desde el Ejecutivo han criticado las formas en las que el BBVA ha continuado con su intención de comprar el banco catalán. Como publicó este periódico remarcan que "la operación introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español". Desde Moncloa se sostiene que si salen adelante las intenciones de BBVA "supondría un incremento en el nivel de concentración que podría tener impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros".

El Gobierno, además, va más allá de lo que supone la operación en términos financieros y empresariales. El Ejecutivo de Pedro Sánchez esta operación también la mira con tintes políticos y asevera que podría afectar "a la cohesión territorial".

Durante su intervención en el Eurogrupo, Buch advirtió que las presiones por la competitividad "están desafiando los márgenes de beneficios de los bancos, lo que en última instancia puede comprometer su resistencia y llevarles a asumir riesgos excesivos".