El Instituto de Ciencias del Empleo y las Relaciones Laborales (ICER), entidad internacional de carácter científico y técnico, que tiene por objeto el análisis e investigación del mercado laboral, alerta en su informe 'Europa: Previsiones antes un escenario de conflicto' sobre una potencial desaceleración del crecimiento y su impacto en el empleo ante un conflicto prolongado en Europa.
En el informe 'Europa: Previsiones antes un escenario de conflicto' examina las consecuencias de un posible conflicto prolongado en Europa, con especial atención a la situación en Ucrania, agravado por la crisis de Oriente Medio. El análisis, realizado en colaboración con Ceprede, la Universidad Nebrija y TBS Education Barcelona, destaca que el panorama político mundial, marcado por el conflicto de Ucrania y de Oriente Medio ha situado la geoestrategia en el centro de las posibilidades de desarrollo y crecimiento, al afectar seriamente a los intercambios comerciales, la producción industrial, los suministros estratégicos y, especialmente, a la política energética.
Dicho estudio, que analiza el impacto en la economía española ante una potencial generalización de la guerra de Ucrania, señala como preocupantes las previsiones para el periodo 2024-2026, tanto para la estabilidad macroeconómica como para la evolución del empleo en España y otros países europeos.
“La generalización del conflicto podría tener varios efectos significativos en la economía española, entre ellos un aumento de los precios de la energía, especialmente si Rusia decide reducir aún más sus suministros de gas natural a Europa, así como un impacto en el turismo si una potencial escalada en Ucrania se percibe como aumento del riesgo de seguridad en Europa”, señala Alejandro Costanzo, secretario general del ICER. “España podría además verse obligada a aumentar su gasto en defensa, lo que podría tener implicaciones para otras áreas de gasto público, como la agenda verde, con excepción del desarrollo de las energías alternativas a los combustibles fósiles”, añade.
El informe presenta tres escenarios macro para 2025 y 2026 en España, uno de ellos ante una posible generalización del conflicto ucraniano en 2025. En este escenario de conflicto, el crecimiento del PIB podría verse reducido en casi un punto y medio (-1.3 p.p.) a finales de 2025, en casi dos puntos la inversión, casi un punto el consumo privado y en más de dos puntos porcentuales las exportaciones de bienes y servicios, lo que supondría la reducción del ritmo de creación de empleo en más de 298.700 puestos de trabajo y el consiguiente aumento de un punto (+1 p.p.) de la tasa de paro.
Un descenso que afectaría especialmente a sectores como la construcción y la automoción, que dependen de fuertes flujos de capital para su expansión y modernización. En este contexto, ICER advierte de la necesidad de incentivos fiscales y reformas estructurales para estimular la inversión y la recuperación de estos sectores clave.
Mercado laboral
El mercado laboral también sufrirá las consecuencias de la incertidumbre geopolítica. ICER prevé que la tasa de desempleo en España podría alcanzar el 13 % en 2026 si el conflicto se prolonga, afectando sobre todo a los sectores más dependientes de la inversión y del consumo.
Los efectos en cada sector dependerán de la duración del conflicto, las medidas políticas adoptadas y la capacidad de adaptación de cada sector. ICER resalta que, si bien los sectores más tradicionales como la construcción, la automoción y el turismo están en riesgo, hay áreas emergentes que podrían ver un crecimiento en la demanda de empleo. Las energías renovables, la ciberseguridad y la tecnología digital se perfilan como sectores clave donde las oportunidades laborales crecerán a medida que Europa avance hacia la sostenibilidad y la transformación digital.
ICER subraya que la recuperación económica dependerá, en gran medida, de la capacidad de los gobiernos y las empresas para promover políticas activas de empleo y de estímulo económico, especialmente aquellas que faciliten la movilidad laboral entre sectores en declive y aquellos con potencial de crecimiento. En este sentido, ICER recomienda una colaboración estrecha entre el sector público y privado para garantizar una transición ordenada del empleo.
ICER subraya además que, aunque ciertos sectores tradicionales verán una disminución de empleo, la reconversión profesional será fundamental para mantener el dinamismo del mercado laboral y las empresas de servicios profesionales para el empleo podrían jugar un papel relevante. La inversión en formación continua y el reciclaje profesional serán esenciales para que los trabajadores puedan transitar hacia los sectores emergentes, donde las oportunidades de empleo serán más resilientes.
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