Iryo rebate la versión del ministro de Transportes, Óscar Puente y el presidente de Renfe, Álvaro Fernández de Heredia, que atribuyeron parte del caos ferroviario registrado en la línea Madrid-Sevilla a un "enganchón" de un tren del operador hispano-italiano con la catenaria en la provincia de Toledo.

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Según fuentes de la compañía, a las 21:30h, un tren Iryo estaba parado en La Sagra por el robo de cables previo que provocaba la ralentización del trafico ferroviario. Y, "antes de reanudar la marcha, se detecta la falta de tensión en la catenaria, lo que hace que deba permanecer detenido".

El tren tardó dos horas en ser rescatado por otro de la misma empresa, que trasladó a los pasajeros a Málaga. "El tren no estaba en marcha cuando detectó el problema. Estaba parado", insisten fuentes de la compañía.

Fernández de Heredia dijo a través de las redes sociales que "solventar esto es lo que ha tenido parada la circulación durante un tiempo cuando ya circulaban todos los trenes", tras ser preguntado por qué no se anuló la salida de los trenes "si se sabía" que no iban a llegar tras descubrirse el robo de cable. En total, la incidencia afectó a unos 11.000 viajeros.

Sobre el robo de cable en cuatro tramos de la provincia de Toledo detectado a las 17:44 horas del domingo, el responsable de Renfe asegura que este incidente "permitía la circulación con limitación de velocidad". "Significaba que iba a haber retrasos de unos 60 minutos. Esto es lo que se sabía cuando han salido los trenes", explica Fernández de Heredia.