El Gobierno ha acordado en el Consejo de Ministros de este martes autorizar la opa de BBVA sobre el Sabadell a condición de que se mantengan como bancos independientes durante tres años. El Ejecutivo establece así nuevas medidas que bloquean de facto la fusión y se añaden a los compromisos pactados por la entidad vasca con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que estuvo un año analizando el impacto de la operación.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha anunciado que el Ejecutivo ha decidido autorizar la operación de concentración con la condición de que "durante los tres próximos años ambas entidades mantengan personalidad jurídica y patrimonio separados, así como autonomía en la gestión de su actividad". Una vez alcanzada esa fecha, se evaluará la efectividad de la medida, que podría extenderse dos años más.
En materia de empleo, la medida supone un golpe a una de las sinergias de 850 millones previstas por la entidad vasca, en línea con una de las líneas rojas fijadas por la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. "Lo que supone el interés general de protección de los trabajadores es que -como consecuencia o en razón de la operación- estamos hablando de un mantenimiento de la plantilla. No podrá haber procesos específicos asociados a esta operación", ha detallado Cuerpo.
También veta movimientos en otro punto clave, su red de oficinas. La autonomía en la gestión de su actividad se deberá concretar, al menos, en el "mantenimiento de una gestión y toma de decisión autónoma en relación con las decisiones que afecten a la financiación y crédito, en particular a pymes; los recursos humanos; la red de oficinas y servicios bancarios; y la obra social a través de sus respectivas fundaciones".
El Gobierno ha basado su decisión en razones distintas a la defensa de la competencia, pues confirma los compromisos establecidos por la CNMC, relativos entre otras cosas al mantenimiento de crédito a las pymes o los autónomos. Según marca la ley, el Ejecutivo tiene la posibilidad de pronunciarse tras el veredicto de la CNMC. Pero hay diversidad de opiniones jurídicas sobre el margen con el que contaría Moncloa para imponer nuevas condiciones o solo suavizar las que emanan del supervisor que preside Cani Fernández.
El titular de Economía aprobó elevar al Consejo de Ministros el análisis de la misma tras la petición de cinco departamentos del área económica y tras haber puesto en marcha una consulta pública inédita para decidir sobre este tipo de operaciones corporativas.
El BBVA tendrá ahora que pronunciarse sobre las nuevas medidas impuestas por el Gobierno de Pedro Sánchez, que se ha mostrado reacio a la operación desde el inicio. El presidente Carlos Torres tiene sobre la mesa la posibilidad de desistir o continuar adelante. Aunque el máximo responsable de la entidad vasca ha asegurado que la voluntad es continuar y, eventualmente, recurrir ante los tribunales las medidas adicionales fijadas por Moncloa.
El Gobierno se ha basado en criterios de interés general como la protección del "apoyo al crecimiento y a la actividad empresarial; la protección de los trabajadores; la cohesión territorial; los objetivos de política social relacionados con la obra social de las fundaciones, la protección del consumidor financiero y la vivienda asequible; y la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico".
El Gobierno alega que "la existencia de múltiples intereses generales afectados, y la propia escala de la operación, aconseja evitar la imposición de condiciones parciales que pretendan proteger cada uno de ellos de manera aislada, cuyos resultados serían difíciles de predecir". Cuerpo ha defendido que se trata de una "condición proporcional y equilibrada en el marco de lo que permite la normativa".
Suspenden la cotización de BBVA y Sabadell
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió durante la mañana de este martes suspender cautelarmente la cotización de ambos bancos a la espera de conocer la posición definitiva del Gobierno. En el momento de la suspensión, las acciones del BBVA subían un 2,85%, a 13,155 euros por título. Las del Sabadell avanzaban un 1,49%, hasta los 2,726 euros por acción. Sobre las 14:30 horas, ha decidido levantar la suspensión cautelar. BBVA sube un 2,30% y Sabadell, un 0,76%.
Una vez que el BBVA se pronuncie, se deberá actualizar el folleto de la opa donde se incluya toda la información para los accionistas sobre la operación. Algo que debería aprobar después la CNMV antes de abrir el período de canje. Aunque en teoría son 15 días, el proceso puede alargarse durante un mes, lo que significaría cerrar el período de canje en agosto. Algo que no gusta en la entidad con sede en La Vela.
Si el proceso recaba la aprobación de la mayoría, seguiría adelante. Entonces, el ministro de Economía sí tendría la opción de prohibir la fusión -en caso de que la solicite BBVA-. El banco podría no hacerlo y optar por un escenario de opa sin fusión. Según el banco vasco, la mayoría de sinergias calculadas en 850 millones de euros se mantendrían, pues se basan no tanto en ajustes de personal sino de tecnología.
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hace 2 minutos
¿Incomprensible condición, una empresa no es un juguete, es algo más serio y comprometido con los accionistas?