A Ignacio Sánchez Galán no le asusta Donald Trump. Tampoco la política arancelaria que continúa en fase de definición. El gigante de la energía que lidera, Iberdrola, ha puesto su mirada en los Estados Unidos. Es la nueva tierra de oportunidades de la compañía vasca que ha fijado en los EEUU y, en menor medida, en el Reino Unido, su próxima fase de expansión. Los resultados que ejercicio tras ejercicio presenta la compañía no hacen sino engordar su cuenta de resultados y la de sus accionistas. El último dato, aportado ayer, reafirma que la estrategia que marca Sánchez Galán está dando resultados: 3.652 millones de beneficio sólo en el primer trimestre de este año.

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Iberdrola ha visto en los EEUU un mercado donde seguir creciendo. Su marco regulatorio en lo relativo al transporte y distribución de electricidad lo convierten en una oportunidad de inversión “sin precedentes”, llega a reconocer la energética. En particular en el caso de New York y Maine.

Por ahora, la apuesta de expansión que plantea la compañía no parece suscitar dudas en el mercado. Muestra de ello es la ampliación de capital que planteaba Iberdrola por un importe de 5.000 millones de euros y que fue suscrito ayer sin dificultad. Más aún, según informó posteriormente, la demanda para optar a esa ampliación equivalió a casi cuatro veces el capital solicitado al mercado.

En el Plan Estratégico 2024-2026 queda clara la prioridad que actualmente supone el mercado estadounidense. Iberdrola dedicará en este periodo el 35% de sus inversiones a mejorar su posición en EEUU. Lo convierte así en su mercado de expansión prioritario, con un peso significativamente superior al del Reino Unido, otra de sus apuestas de expansión. En este caso, las inversiones representarán el 24%. En cualquier caso, muy por encima de las inversiones relativas a otros mercados mucho más maduros como el español, donde Iberdrola plantea destinar el 15% de sus inversiones hasta 2026.

Mercados "estables y predecibles"

Hace tiempo que la compañía ha marcado una estrategia de crecimiento en redes en países como EEUU o Reino Unido. Los considera “estables, predecibles e incentivadores”. En el caso de los EEUU incluso reconoce que en estos seis primeros meses del segundo mandato Trump la incierta política de aranceles no ha tenido impacto alguno en su negocio.

El año pasado el mercado estadounidense fue el tercero en volumen. España con 16.982 millones lideró la cifra de negocio de la empresa, seguida por Brasil con 9.139 millones y EEUU con 7.752 millones. Una cifra de negocio muy similar a la del Reino Unido, con 7.718 millones el pasado ejercicio.

Las inversiones en redes –transporte y distribución de energía, principalmente gas y electricidad- serán una de sus grandes apuestas para los próximos seis años. Un periodo en el que tiene previsto un plan de inversiones por un total de 55.000 millones pero que en gran medida se concentrarán en EEUU y Reino Unido. En caso de cumplir estas previsiones de inversión, Iberdrola habrá pasado de tener unos activos en redes de 30.000 millones en el año 2020 a triplicarlos en 2031, con algo más de 90.000 millones. Actualmente los activos de Iberdrola en los EEUU equivalen a 49.930 millones de euros.

La apuesta por la eólica marina es una vía muy relevante de expansión en estos mercados. En estos desarrollos se sitúan proyectos como la construcción del Vineyard Wind. Se trata del primer proyecto eólico marino de Iberdrola en EEUU y que construye a través de su filial Avangrid y al que aportó 397 millones el año pasado y otros 265 en 2023. El proyecto, en construcción desde 2021, está ubicado frente a las costas del estado de Massachusetts. Tendrá una capacidad instalada de 806 MW generando energía suficiente para cubrir la demanda de más de 400.000 hogares y empresas de toda la mancomunidad. El proyecto está presupuestado en un montante de 2.700 millones de inversión.

Eólica marina y terrestre

Precisamente, la compra del 18,4% de su filial en EEUU, Avangrid, es una de las inversiones más relevantes de plan de 47.000 millones en inversión para los años 2024, 2025 y 2026. Es parte de la consideración de EEUU como el principal mercado de expansión para Iberdrola en estos tres años.

Frente a la gran apuesta por la eólica marina como desarrollo de futuro que impulsa en otros muchos lugares del mundo, Iberdrola plantea un plan de inversiones más moderado para el desarrollo de proyectos eólicos, a los que destinará el 28% de sus inversiones, seguida por la energía solar, con un 18%.

La estrategia por ahora ha dado resultado. Los beneficios del primer semestre de este año -3.562 millones de euros- suponen un paso muy importante para cumplir las previsiones estimadas para el conjunto del ejercicio, que se habían establecido en un beneficio de 5.400 millones de euros. Para el próximo año la previsión es incluso superar esas cifras al alcanzar los 5.800 millones.

Cifras que han convertido a la energética española es un gigante internacional con activos por valor de 157.000 millones de euros y una capitalización que ronda los 100.000 millones de euros.  

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