Pocos dudan hoy de que la economía del futuro debería ser sostenible; y cada vez son más los que piden aprovechar la recuperación económica tras la pandemia para salir de la crisis apostando por la sostenibilidad. Pero en esta ecuación hay otro color, el azul del agua. Y es que el uso responsable de este recurso es fundamental para combatir la más grave de las crisis: el cambio climático. Es por ello que Coca-Cola España lleva años comprometida con la protección de los recursos hídricos.

Y es que el agua es el ingrediente principal de sus bebidas, pero también es esencial para los ecosistemas y las comunidades en las que opera. Así, no solo trabaja para proteger las fuentes de agua que utiliza, sino también para reducir su consumo en la fabricación de sus productos y para devolver a la naturaleza el agua que contienen sus bebidas a través de diversos proyectos en zonas de gran valor ecológico.

Lo primero que hace antes de construir una fábrica es evaluar el estado de los recursos hídricos del territorio en el que se pretende instalar. En ese análisis se valora la cantidad y la calidad del agua, así como los posibles riesgos derivados de fenómenos meteorológicos extremos o desastres naturales, siguiendo una metodología propia. Identificadas las vulnerabilidades, se elabora un plan específico de protección de esas fuentes de agua.

El objetivo es garantizar su disponibilidad para las comunidades locales y asegurar la viabilidad de la planta. Por otro lado, todas las fábricas que ya están en funcionamiento se analizan constantemente para ajustar sus planes de conservación del agua si fuera necesario. Además de poner en marcha planes de protección del agua, otro de los objetivos es reducir su uso en la fabricación de las bebidas. De este modo, por ejemplo, Coca-Cola lleva años optimizando el proceso de lavado de los envases.

Reutiliza el agua del lavado sin perder la calidad

Muestra de ello es que ha conseguido disminuir notablemente el consumo en la limpieza de las botellas de vidrio rellenables, las que encontramos en bares y restaurantes, realizando ajustes en los inyectores de las enormes lavadoras que las ponen a punto para su posterior llenado. También ahorra agua reutilizándola. Un avanzado sistema permite reutilizar el agua de cada fase de lavado en la anterior sin comprometer la calidad.

Otro de los objetivos de Coca-Cola es reducir su uso en la fabricación de las bebidas

Previo tratamiento, el agua del aclarado final se usa para el aclarado, esta para el enjabonado y esta última para el prelavado. En el caso de los envases de plástico, estos vienen limpios del proveedor, pero se les realiza una última limpieza antes de ser utilizados. Para ahorrar agua, en muchas plantas esta limpieza se hace con aire ionizado, mientras que en las que emplean agua, esta vuelve a usarse en otros procesos tras un pequeño tratamiento. Las cifras corroboran estos esfuerzos.

En 2010, en España empleaba 2,17 litros de agua por cada litro de bebida que fabricaba, incluida el agua contenida en las bebidas. En 2019 se redujo esa ratio a 1,83 litros, una mejora del 15,54% en la eficiencia en el uso del agua. Una vez utilizada, el agua se somete a un tratamiento primario y secundario en la propia planta antes de emprender su camino a la depuradora municipal, donde recibirá el tratamiento definitivo antes de ser devuelta al medio ambiente.

En algunas plantas esta agua se vierte directamente a cauce natural, en cuyo caso se depura de forma exhaustiva para garantizar que sea compatible con la vida acuática. Sin embargo, el compromiso con la protección de los recursos hídricos va más allá: cada año trata de devolver a la naturaleza el equivalente al 100% del agua contenida en sus bebidas. Para lograrlo, cuenta con diversas iniciativas y proyectos para proteger entornos de gran valor ecológico, en colaboración con autoridades, ONG, universidades y otras instituciones.

Colaboración con WWF en el río Guadalquivir

En 2019 consiguió reponer 3.782 millones de litros de agua, el 129% del agua contenida en las bebidas que comercializó en España. Entre estos proyectos destacan el que desarrolla junto a WWF para mejorar la cantidad y la calidad del agua en el estuario del río Guadalquivir o el que asegura el suministro de agua y protege ríos y acuíferos en Teruel gracias a una reforestación controlada de un monte devastado por el fuego.

Su uso es esencial para salir de la crisis con sostenibilidad

Pero también cabe mencionar los centrados en la mejora del uso del agua en la agricultura. Es el caso de Cítricos Sostenibles, que busca que los productores de cítricos en España sean o no proveedores de Coca-Cola España, ahorren agua optimizando sus prácticas de riego, además de reducir emisiones de carbono a la atmósfera gracias a un menor uso de fertilizantes.

En un mundo en el que los recursos son cada vez más escasos, solo la eficiencia y la innovación pueden ayudarnos a manejar ese capital natural de la mejor manera posible. Y en esa gestión sostenible cobra especial relevancia el agua, pues es la base de todo lo demás; el principio y el fin.