La unión entre CaixaBank y Bankia está a punto de recibir el visto bueno de sus accionistas, lo que supone el penúltimo paso para poner en marcha la fusión, un proceso largo que terminará a finales del próximo año, cuando culmine la integración tecnológica. Este paso, el más delicado del proceso, implicará que ambas entidades funcionen ya como una sola.

Así lo ha explicado José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia y en el futuro de la nueva CaixaBank, durante su discurso en la junta general de accionistas de Bankia que se celebra este martes en Valencia con el único objetivo de aprobar la integración, en el que el primer ejecutivo de Bankia ha hecho balance de la historia de la entidad que hoy empieza su final.

"La entidad de la que ustedes, señoras y señores accionistas, son propietarios se ha transformado de una manera extraordinaria en los últimos años. Transformación que, como pueden observar en los gráficos, nos ha llevado a convertirnos en la entidad más solvente, entre los grandes bancos de nuestro país, cuando partíamos en 2012, y tras recibir las ayudas públicas, del nivel mínimo requerido por los reguladores", ha apuntado.

Goirigolzarri ha puesto en valor el papel de los trabajadores del banco en este proceso: "Estoy convencido de que el factor más importante ha sido la transformación anímica de nuestro equipo".

Altas cuotas de mercado

Con todo, ha destacado que la fusión es la mejor salida para la entidad, pues el banco que "nacerá tras la fusión entre Bankia y Caixabank se convertirá en el líder en el mercado español".

Goirigolzarri ha reconocido que el nuevo banco tendrá una cuota de mercado similar al 25% en este país, algo que considera que "no es diferente a la realidad del sector en otros países europeos, donde el líder del mercado ostenta cuotas similares".

Tras recibir el visto bueno de sus accionistas este martes y el de los propietarios de CaixaBank el próximo jueves, solamente faltará la aprobación de las autoridades para poner en marcha la integración, algo que tendrá lugar en el primer trimestre del próximo año.

La integración tecnológica, que permitirá que el nuevo banco funcione plenamente como uno solo, no llegará hasta finales de año, de acuerdo con las previsiones de sus gestores. Se trata de un proceso extremadamente delicado.