Los actuales gestores de CaixaBank han defendido su fusión con Bankia a lo largo de la junta de accionistas convocada este jueves para dar el visto bueno a la operación. "Nos encontramos en una nueva ola de reestructuración del sector (...) Bankia es el mejor socio para acompañarnos en este viaje", ha apuntado Jordi Gual, presidente no ejecutivo de CaixaBank.

El banquero, que dejará el cargo tras la fusión y será sustituido por José Ignacio Goirigolzarri, ha defendido que Bankia aportará "una gran base de clientes", pero también permitirá a la entidad "seguir equilibrando" su presencia en España.

"Se trata también de una entidad bien capitalizada y con unas raíces en el mundo de las cajas de ahorro, que comparte con CaixaBank", ha señalado, para después añadir que "la operación dará lugar a una entidad más sólida, más eficiente y más rentable".

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, por su parte, ha señalado que la operación representa "una gran oportunidad de crear valor para todos los grupos de interés", entre ellos a los accionistas de Bankia y de CaixaBank.

En opinión del primer ejecutivo de la entidad, que mantendrá este puesto en el nuevo banco, esta operación aporta valor al banco dado que la entidad resultante tendrá una dimensión un 50% superior a la actual en recursos de clientes. No en vano, la nueva CaixaBank será el primer banco del país, con más de 665.000 millones de euros en activo.

La nueva entidad, como ha destacado Gortázar, tendrá una cuota de mercado del 25%, con más de 20 millones de clientes en España. Obtendrá, gracias a la fusión, unas sinergias superiores a 1.000 millones de euros al año (290 millones por mayores ingresos y 770 millones por ahorro de costes).

Ajuste de plantilla

Gortázar ha explicado que la reestructuración tendrá un coste de unos 2.200 millones de euros, que se compensarán con capital propio de la entidad combinada y que se rentabilizará en un plazo "relativamente corto".

En el marco de esta reestructuración, el nuevo banco deberá acometer un ajuste de plantilla y cierres de sucursales que aún no ha cuantificado. "Este punto lo deberemos acometer una vez cerrada la fusión legal y sus términos se negociarán debidamente con la representación sindical. Lo haremos como siempre hemos hecho, con la máxima responsabilidad social", ha añadido.

Accionistas

Este ajuste de plantilla ha protagonizado algunas de las intervenciones de los accionistas, especialmente las efectuadas por representantes sindicales. Algunos de ellos han manifestado su negativa a dar la aprobación a la operación de fusión.

Otro accionista ha mostrado su desacuerdo con que Gual deje de ser el presidente de la entidad, al considerarle "uno de los mejores ejecutivos que hay en la banca mundial". "Él es la cabeza pensante y está siendo desaprovechada (...) ¡Fuera todos los que vienen a ursurparnos a La Caixa", ha criticado.

Otros, sin embargo, han valorado el trabajo de los gestores de la entidad. "Gracias por su excelente gestión y mi felicitación por todo lo logrado", ha apuntado un accionista minoritario.