José Ignacio Goirigolzarri está a punto de poner fin a una etapa profesional que ha supuesto, además, un capítulo muy relevante de la historia de la banca española. Durante casi la última década ha liderado la reconstrucción de Bankia tras su salida a bolsa y su rescate público, una etapa que el banquero considera muy positiva desde el punto de vista profesional.

"He sido muy feliz", ha confesado durante la última rueda de prensa de resultados de la entidad en solitario, correspondientes al ejercicio 2020. Bankia ha ganado 230 millones en 2020, un 57,6% menos, tras realizar una provisión extraordinaria de 505 millones por el Covid-19.

Las próximas cuentas que presentará Goirigolzarri serán las de la nueva CaixaBank. La integración legal entre ambas entidades tendrá lugar a lo largo del primer trimestre del año, una vez que la operación reciba las autorizaciones correspondientes por parte de los reguladores.

Entre ellas, deberá llegar la de la Comisión Nacional del los Mercados y la Competencia (CNMC), sobre la que todos los ojos están puestos, dado que la fusión dará lugar a una entidad con cuotas de mercado cercanas al 30%. Sin embargo, Goirigolzarri se ha mostrado tranquilo respecto a esta autorización ("Este proceso no significa menor competencia", ha dicho) y ha apuntado que de momento todo marcha como estaba previsto.

Tras esta integración legal, la marca Bankia desaparecerá. Esto ocurrirá más o menos en verano, según ha explicado Goirigolzarri, pues tras la integración legal el proceso de cambio de marca en las oficinas bancarias tardará unos tres o cuatro meses.

El banquero se ha mostrado "con una alegría inmensa y muy ilusionado" respecto al "estupendo" proyecto que traerá la nueva etapa, en la que presidirá CaixaBank, si bien ha confesado que esta casi década ha sido muy positiva para su trayectoria laboral. "He sido muy feliz desde el punto de vista profesional. Lo mejor que me ha pasado es trabajar con el equipo de Bankia", ha apuntado el directivo.