Cambió el sector financiero por sentarse en el equipo directivo de la mayor cervecera de España. Y desde que Patricia Leiva es directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Mahou San Miguel el gran cambio fue "vender algo que se toca, que la gente bebe y está presente en lo cotidiano".

Nada que ver las cervezas de ahora con las cuentas corrientes y los fondos de inversión con los que lidiaba cuando era directora general de Relaciones Institucionales y Comunicación de ING Direct. En 2001, cuando entró en el banco, fue la encargada de poner en marcha este departamento, que 12 años más tarde cambió para dar el salto a Mahou.

"Cada sector tiene sus retos", explica. "El del sector cervecero es ahora asegurarse de que corresponde a la demanda de sostenibilidad medioambiental y gestión ética de los proveedores". Además de los 13,3 millones de hectolitros de cerveza que venden sus marcas, comercializa también 2,2 millones de agua y refrescos (gestiona Solán de Cabras desde 2011).

La cerveza es un indicador adelantado de la economía, y 2017 va a ser mejor"

Mahou busca abrirse paso en un mercado cada vez más global. Está en medio de una tendencia paradójica, por un lado, cada vez más fragmentada "por la segmentación del producto artesanal y diferente". Y, al mismo tiempo, "se enfrenta a la concentración en grandes grupos", explica Leiva.

Esta empresa familiar, de capital 100% español, facturó el año pasado 1.177 millones de euros (un 2,1% más), pero es una pequeña empresa si la comparamos con el líder resultante de la última gran fusión, entre AB InBev y SABMiller (Budweiser, Fosters, etc). Sólo este grupo controla la tercera parte del mercado mundial: 63.000 millones de euros.

Con la caja de 187 millones de euros que tiene puede continuar sus compras en el mercado internacional, como hicieron con la adquisición del 30% de la artesanal Founders en EEUU hace dos años.

¿Un sector masculino?

En la plantilla de Mahou San Miguel sólo el 27% de los trabajadores son mujeres. Según Leiva tiene una explicación histórica. "Pasa en todo el sector cervecero", explica. "Las plantillas son mayoritariamente masculinas porque no deja de ser un sector basado en la elaboración de un producto en grandes fábricas y tradicionalmente eran hombres los que trabajaban en ellas. Y tenemos muchas personas que llevan más de 30 años trabando". Como el 57% de las nuevas incorporaciones son mujeres, la igualdad "llega con las nuevas generaciones".

También en el equipo directivo hay cada vez más mujeres liderando equipos. "La forma de gestionar no depende del género, pero son complementarios y la diversidad es positiva para la compañía", asegura la directiva. "Al consumidor hay que escucharle mucho, y cada vez más estudios demuestran que las mujeres no quieren productos dirigidos específicamente a ellas", afirma Leiva. "Lo que quieren es que se las tenga en cuenta cuando se lanza un producto al mercado, pero no quieren que se las excluya con productos de color de rosa".

Las mujeres no quieren productos dirigidos específicamente a ellas de color de rosa"

Sin embargo, sí hay algo que tanto el sector financiero como el de la cerveza tienen en común. Ambos son un termómetro ineludible de la salud de la economía de un país. "El consumo de cerveza es un indicador adelantado tanto de las crisis como de las recuperaciones", explica Leiva. Y tiene buenas noticias:"2016 fue un buen año y creemos que 2017 va a ser mejor. No se pueden lanzar las campanas al vuelo, pero creemos que este año va a consolidar la tendencia a la recuperación".