Pese a suponer la amplía mayoría del tejido empresarial, la pequeña y mediana empresa es una de las que más sufre en cualquier periodo, especialmente en los de crisis. Parte de los problemas que acechan a estas empresas vienen de largo. La crisis sólo los acentúa y coloca a estas organizaciones al borde del abismo.

Antoni Cañete es secretario general de PIMEC, presidente de la PMCM (Plataforma Multisectorial Contra la Morosidad) y vicepresidente de la Plataforma PYMES. Recientemente ha denunciado esta realidad en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, dentro de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica.

Fiscalidad e impuestos muy altos que dificultan el éxito de la empresa

Cañete ha señalado algunos de los problemas a los que se enfrentan las pymes. Por ejemplo los elevados costes de electricidad que, en consumos anuales por debajo de los 20 MV, suponen un 50% por encima de la media de nuestros países vecinos, Francia y Portugal.

Respecto a la media europea, España también destaca por la poca participación de estas compañías en la contratación pública (19% de España y 30% la media europea); unos tipos de interés un 20% superiores al resto del continente o los plazos medios de cobros de facturas, que se sitúan en los 80 días.

Cabe destacar que, en este último supuesto, se llegan a realizar cobros pasados los 200 días. De esta forma, no solo se duplica la media europea sino que, incluso, se triplica la de algunos países, como Alemania. De ahí que iniciara su discurso en la comisión refiriéndose a ese maltrato sistemático.

A todo esto hay que sumar la crisis que ha provocado el coronavirus. Según los datos aportados por el secretario de PIMEC, una de cada cuatro empresas no volverán a abrir, tras los cierres obligados por el estado de alarma o debido a la caída de facturación.

Los datos de las empresas que continúan abiertas tampoco son alentadores: el 92% de las pymes españolas han sufrido bajadas de ventas y facturación. Además, el promedio de esta caída es bastante importante, ya que supone un 56% respecto a los meses anteriores. Asimismo, los problemas de liquidez afectan a un 75% de las pequeñas empresas.

¿Cómo arreglamos la situación?

Antoni Cañete también ha lanzado a los diputados una serie de medidas a tener en cuenta para mejorar la situación de las pymes españolas y que ha definido en tres puntos diferentes.

En el primero de ellos habla de realizar una mejora en el sistema actual de Formación Profesional. Un sistema que se fundamente en “la demanda del sistema productivo”, según sus propias palabras, sería la base ideal para conseguir un impulso significativo de estas empresas.

En segundo lugar ha apuntado a la actuación dentro del sector industrial mediante un Plan Nacional de Industria. Del mismo modo, señala la necesidad de mejorar la fiscalidad de estas empresas, priorizar el corredor del Mediterráneo, contar con una energía más competitiva y impulsar el acceso a la compra pública para las pequeñas compañías.

Por último, Cañete ha hablado de asegurar un sistema en el que se fomenten la igualdad de oportunidades, los precios justos, el fomento del cuidado del medio ambiente y la responsabilidad también con respecto al entorno social (capitalismo inclusivo).