La crisis sanitaria y económica que ha provocado el coronavirus no está afectando igual en todos los países. La recuperación tampoco será idéntica en todas estas regiones ya que influyen, entre otras cosas, la estructura económica que tengan. Y ahí España tiene un gran problema, tal y como señala el Banco de España en su informe anual 2019, que publicó a finales de junio y en el que se incluye un análisis de la situación del Covid-19.

La economía Española llevaba en crecimiento desde 2013

La irrupción de la pandemia ha frenado el crecimiento de la economía española, que llevaba en ascenso desde el año 2013. Una progresión que, como señala el informe, resultó más equilibrada que otras previas, por lo que fue muy beneficiosa para todos los sectores.

Sin ir más lejos, el Banco de España señala que sectores como la reconstrucción o la banca consiguieron una reestructuración que permitió reducir su fragilidad. Pero las buenas noticias llegaban también a los hogares y empresas, que estaban logrando saldar sus deudas y vivir una época mucho más tranquila.

El confinamiento prologando también ha sido un problema

Aún así hay malas noticias para España, ya que su estructura económica no ayudará a superar esta crisis. Por un lado, debido a la gran importancia que tienen las pymes dentro del tejido empresarial, siendo las más numerosas y las que más empleo general. Estas empresas, así como los trabajadores temporales, son quienes más sufren en las recesiones y esta no va a ser una excepción.

Por otro lado, el gran peso del sector del turismo dentro de la economía del país resulta clave. La temporada comienza muy pronto, gracias a su buen tiempo, hecho que en este año no se ha podido cumplir por el estado de alarma. Además, las medidas sanitarias relativas a los aforos y distancias han complicado la apertura de muchas de las empresas.

Asimismo la pandemia ha provocado que muchos turistas hayan decidido quedarse en sus países y regiones, por lo que también ha fomentado un descenso del volumen habitual de visitantes.

Por último, el largo e intenso confinamiento vivido en España ha sido otra de las causas de la lenta recuperación, ya que ha superado la media de la Unión Económica y Monetaria (UEM).

Las entidades financieras están más preparadas

Por su parte, la reestructuración, anteriormente comentada, y los buenos años previos hacen que las entidades de crédito no vean el futuro de forma tan negativa a otros sectores. Si bien es cierto que la situación general les afectará y provocará, por ejemplo, unos niveles de interés muy bajos durante bastante tiempo, su posición inicial es más favorable y solida que en otras ocasiones. Esta solvencia hará que no sufran tanto como lo hicieron en anteriores recesiones.