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Así actúan las casas de apuestas cuando detectan un amaño de partidos

El protocolo es idéntico en todos los actores de una industria a la que los españoles dedicaron casi 7.000 millones en 2018

Así actúan las casas de apuestas cuando detectan un amaño de partidos
Los jugadores del Nàstic hacen el pasillo a los del Huesca por su ascenso, en el encuentro sospechoso. | EFE

El 27 de mayo del año 2018, minutos antes de que Huesca y Nástic saltaran al verde de El Alcoraz, sonaron las alarmas en todas las casas de apuestas. La fuerte entrada de dinero al mercado que contemplaba el empate en el descanso y la victoria visitante al final de los 90 minutos puso en marcha el protocolo antifraude con el que cuentan todas las compañías del sector que operan en España.

Un total de 30 webs de apuestas suspendieron las cotizaciones para este mercado, después de registrar cantidades hasta 14 veces superiores a las habituales para un encuentro así. Las señales eran claras: el partido estaba amañado y alguien trataba de beneficiarse de un resultado ya pactado.

Se puso entonces en marcha una operación policial -bautizada como Oikos, literalmente casa en griego- que ha desembocado en un total de 11 detenciones en la mañana de este martes. Entre los implicados están ex jugadores como Raúl Bravo, considerado el cabecilla de la trama, y futbolistas que esta última temporada militaban en Primera División como Borja Fernández -aún no están claros los motivos de su detención-, centrocampista del Valladolid, o Íñigo López y Samuel Sáiz, ambos jugadores del Huesca -en libertad- cuando se celebró el partido que despertó las sospechas.

Estas actuaciones de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Policía Nacional no hubieran sido posibles sin la estrecha relación que mantienen las casas de apuestas y la Liga de Fútbol Profesional.

"La relación entre los operadores de juego, La Liga, la Policía y la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) es muy fluida. Todos tenemos el mismo interés, que es mantener las competiciones deportivas íntegras", explica a El Independiente el presidente de la Asociación Española de Juego Digital (JDigital), Mikel López de la Torre.

Protocolo de actuación

Todas estas casas de apuestas que cuentan con el permiso de la DGOJ para operar en España tienen una hoja de ruta idéntica a la hora de detectar casos de fraude en cualquiera de los eventos que ofrecen a sus usuarios. "Las transacciones en empresas de juego regulado en España se trazan y son totalmente transparentes", explica.

Para tener un control total de todo lo que sucede en los mercados de apuestas, los operadores cuentan con bases de datos en las que están grabadas todos los movimientos de cada uno de sus usuarios.

"Analizamos, gracias al Big Data, todos los datos en tiempo real para buscar anomalías", cuenta López de la Torre. Entre esas irregularidades está el aumento del volumen de juego en eventos de cierta categoría -por ejemplo, una Segunda División suele despertar menos interés entre los apostantes que la Primera- o un elevado número de apuestas a una selección en particular.

Con el peligro de apostantes asiáticos o del Este de Europa, las casas de apuestas también localizan la zona desde la que se hacen todas las jugadas con especial atención a si proceden todas desde el mismo punto del mapa.

Del mismo modo, también se trazan todos los movimientos de los usuarios. "Se puede medir si un jugador está moviendo cantidades muy por encima de las habituales, y también si es una cuenta de nueva creación y se sale del rango de lo normal. Eso son puntos que rápidamente hacen saltar las alarmas", cuenta el presidente de JDigital, que sí que apunta a que las conductas sospechosas son "excepcionalmente raras".

"Una vez se teniendo todos estos datos, nos ponemos en contacto tanto con la Liga como con la Policía y a partir de ahí se construyen los casos contra los amaños", afirma, señalando que sobre las casas de apuestas recae "el perjuicio económico" cuando se producen estas situaciones dado que "alguien conoce el resultado de un evento antes de que se celebre, y gracias a eso se puede lucrar a costa de los operadores".

Un negocio que no para de crecer

El juego online es uno de los negocios más lucrativos de la red. Con una simple estructura y sin casi empleados, una casa de juego puede empezar a operar en España. Sólo necesita una licencia que debe ser concedida por la Dirección General de Ordenación del Juego, regulador de la industria y órgano adscrito al Ministerio de Hacienda.

En España hay un total de 53 licencias de juego, si bien no todos los operadores que cuentan con una en su poder la explota. Empresas como Mediaset contaron con uno de estos permisos entre sus activos, pues era necesaria para seguir emitiendo los clásicos concursos de madrugada, pero ha sido utilizada desde que se adquirió por un millón de euros cuando la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero llegaba a su final.

De todas ellas, sólo 30 están en manos de casas de juego que cuenten con las apuestas, del tipo que sea, entre su oferta. El mercado está dominado por compañías como Bet365, Betfair, Sportium o William Hill, mientras que actores del juego tradicionales como Codere se han enfocado en las apuestas con infinidad de locales a pie de calle.

Sólo en los últimos tres meses del año 2018, último periodo del que se tienen datos, los españoles se jugaron 2.030 millones de euros en apuestas deportivas. Es un 51% más que en el mismo periodo del año pasado, y ha provocado que las cantidades jugadas en este tipo de juegos se elevara hasta los 6.960 millones de euros, récord histórico.

Desde que se regularan en el año 2012, la inversión en apuestas de los españoles no ha parado de crecer. Los 2.008 millones de euros de dicho ejercicio se quedan en nada comparados con los 4.177 millones de 2015 o los 5.447 millones registrados durante los 12 meses del año 2017.

Esta métrica es importante para las casas de apuestas, pero no es la que marca su rentabilidad ya que devuelven un porcentaje muy importante de esas cantidades jugadas cuando un usuario acierta con su pronóstico.

El dato decisivo es el GGR, o Gross Gaming Revenue, una métrica que también está disparada. En el año 2018, el GGR de las casas de apuestas llegó hasta los 365 millones de euros, un importante avance respecto a los 308 millones registrados en 2017 o los 236 millones de 2016 y que pone de manifiesto que las apuestas gozan de una excelente salud en España.

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