Los datos lo constatan, muchos jóvenes apenas conocen lo que sucedió ni son conscientes del impacto o la amenaza que la violencia terrorista representó para la sociedad española durante casi seis décadas. La intensidad del dolor, la amenaza para la democracia y la ruptura de la convivencia que supuso la refleja el hecho de que en el calendario sólo existe un día en el que la violencia no dejó una víctima: el 10 de noviembre. Desde 2010 el Gobierno vasco celebra el 'Día de la Memoria' en el que se honra el recuerdo de cuantas víctimas generó la violencia en nuestro país.

Este año, la organización de este acto -en el que la fractura que aún suscita volverá a escenificarse- se dedicará precisamente a la transmisión a las nuevas generaciones de los valores fundamentales de rechazo al uso de la violencia, la memoria y la importancia de no repetir el pasado y construir la convivencia entre diferentes. Aprender de los errores del pasado para no repetirlos será el eje en torno al cual se desarrollará esta jornada que desde hace una década se celebra en el Parlamento Vasco.

Una reciente encuesta elaborada por GAD3 revelaba el elevado grado de desconocimiento de los menores de 34 años. El 60% de los consultados no fue capaz de identificar a Miguel Angel Blanco en una imagen ni a José Antonio Ortega a Lara. El informe, titulado 'La memoria de un país. Estudio sobre el conocimiento de la historia de ETA', arrojaba otro dato significativo: el 55% de los jóvenes desconoce qué sucedió en Hipercor, uno de los atentados más graves de ETA, que provocó 21 víctimas.

Desconocimiento

Un desconocimiento que también es notable en Euskadi, donde una encuesta de la Universidad de Deusto entre universitarios desveló que el 47% no sabía quién fue Miguel Ángel Blanco o qué sólo el 44% supo identificar el atentado de Hipercor.

Por esta razón, este año el foco se pondrá en la necesidad de transmitir a futuras generaciones lo sucedido y la importancia de trasladar los valores cívicos y democráticos que impidan una repetición de lo sucedido. En ediciones anteriores, ante la escultura de Cristina Iglesias 'La Brújula de la Memoria', representantes institucionales y de la mayor parte de partidos políticos han realizado una ofrenda floral en recuerdo de las víctimas.

Este acto instaurado por el Gobierno de Patxi López comenzó recordando únicamente a las víctimas del terrorismo. En la segunda edición, en 2011, y tras las quejas de la izquierda abertzale, se incorporó el recuerdo a las víctimas de abusos policiales, lo que generó el profundo malestar del PP y de UPyD. Desde entonces, los populares no han participado de este acto conjunto y lo han celebrado en un acto particular. Todo apunta a que el PP de Iturgaiz reitere su negativa a acudir y que Vox, con representación en la Cámara Vasca por primera vez, también exprese su discrepancia con el formato del acto.

Víctimas de 'excesos policiales'

Hace dos años el acto central de esta jornada contó con un evento en el que participaron cinco familiares de víctimas de ETA, el GAL y la violencia policial. Cada una de ellas contó en el Palacio Miramar de San Sebastián su experiencia en un acto titulado 'La sociedad vasca: luces y sombras'. El mensaje en esa ocasión estuvo dirigido al conjunto de la sociedad y la necesidad de revisar de modo crítico su comportamiento hacia las víctimas de la violencia.

El Gobierno de Iñigo Urkullu ha dado pasos por recordar a las víctimas tanto de ETA como de la violencia de los GAAL u otros grupos, así como la relacionada con excesos policiales. Más aún, el Ejecutivo ha reconocido 187 víctimas de excesos cometidos por los cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado entre 1969 y 1978 y 72 casis de tortura.