Salvador Illa ha sido proclamado hoy candidato socialista a la presidencia de la Generalitat por el Consejo Nacional del PSC, en un encuentro en el que Miquel Iceta ha oficializado su paso a un lado con el objetivo de "ir a por todas" en las próximas elecciones catalanas. El nuevo candidato ha sido escogido "por aclamación" del Consejo Nacional, que ha validado las listas socialistas para las elecciones del 14F con el apoyo del 94%.

En una decisión alumbrada este miércoles, a pocas horas de cerrar el proceso de aprobación de las listas, Iceta ha destacado ante el Consejo del PSC el papel clave del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una decisión que le obliga a afrontar una crisis de Gobierno por su flanco más crítico, el del Ministerio de Sanidad. Y hacerlo a las puertas de la campaña de vacunación contra la Covid-19.

Iceta ha asegurado que, a la hora de adoptar esta decisión, "me ha ayudado en primer lugar el magnifico entendimiento con Pedro Sánchez, la gran sintonía personal, sin su ayuda y buena disposición no habría podido formular esta propuesta".

Esperanza frente a la "mala educación"

Una decisión con el objetivo de "no dejarme arrastrar por la inercia y proponeros un nuevo combate" en el que, ha asegurado, no se trata de dar "una batalla por unos escaños sino para ganar las elecciones". El líder del PSC ha defendido la candidatura de Illa como la mejor opción para "alcanzar la presidencia de la Generalitat; quiero un presidente socialista capaz de seguir el ejemplo de Pasqual Maragall y José Montilla".

Iceta ha destacado además el carácter conciliador demostrado por el nuevo candidato al frente del Ministerio de Sandidad. La figura del ministro, ha asegurado, "nos recuerda que frente al miedo, la desconfianza, la mala política y la mala educación, siempre hay esperanza".

Rentabilizar la gestión de la pandemia

En una intervención precedida por un largo aplauso de sus compañeros de dirección, Iceta ha destacado en primer lugar el papel de Illa como ministro de Sanidad, asegurando que "empezamos a controlar la pandemia gracias al programa de vacunación diseñado y preparado por Salvador Illa". Y ha defendido su candidatura como una forma de "rebelarse contra la resignación" de una Cataluña "cerrada en sí misma y mediocre".

Una hoja de servicios a la que también se ha referido el ministro, defendiendo la necesidad de tener "esperanza y confianza" en las aspiraciones socialistas ante las elecciones catalanas.

Illa se presenta como antídoto contra el miedo

"Lo que tenemos por delante es todo menos fácil", ha reconocido Illa, quien ha advertido de que "habrá quien lo aproveche para difundir miedo y se inventaran problemas, nos dirán que no podemos ganar, que el resultado ya es conocido y que no hace falta votar porque no hay espacio para la esperanza".

Frente a ese diagnóstico, el ya candidato se ha referido a la gestión de la pandemia, asegurando que "este año hemos resistido" gracias a esa "esperanza y confianza" que ha recetado a los socialistas catalanes. Illa ha defendido además una apuesta por "la reconciliación" entre catalanes, "sin venganzas, volviendo al punto en que dejamos de escucharnos".

Tras agradecer su apoyo a Miquel Iceta, Illa ha aceptado el envite asegurando que "he procurado siempre estar donde podía ser útil, donde podía ayudar a resolver problemas" concluyendo que si sus compañeros le piden que se presente, "lo único que puedo decir es: estoy preparado para presidir Cataluña". Lo ha hecho en un discurso en el que ha utilizado catalán y castellano prácticamente al 50%, traduciendo de una a otra lengua buena parte de su intervención, algo poco habitual en los actos del PSC.