Las aguas bajan agitadas dentro del Partido Popular y hay que decir de antemano que es el momento mejor para que las tormentas descarguen en todas las direcciones porque, salvo sorpresas por parte del presidente del Gobierno, hasta entrado 2022, año en que tocan las elecciones andaluzas, no asoma ninguna convocatoria electoral en el horizonte. De modo que podría pensarse que ésta es la ocasión para que lo que Pablo Casado tenga que hacer empiece a hacerlo ya, inmediatamente. Y, sin embargo, le es urgente esperar.

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