“Es que los resultados son muchísimo más imprevisibles de lo que se piensa. Solo hay que ver las caras de Juan Espadas y Susana Díaz para saber lo reñida que está la cosa”, advierte el tercero en liza, Luis Ángel Hierro, en una entrevista con El Independiente. Este profesor de economía de la Universidad de Sevilla se sabe decisivo. Su irrupción en la carrera de las primarias podría privar a sus rivales de una victoria fácil y forzar una tensa segunda vuelta.
“Lo que sería una sorpresa absoluta es que no hubiera segunda vuelta”, admite Hierro rumbo a Cádiz. Aupado por la plataforma “Andalucía Socialista”, que reivindica un partido más escorado a la izquierda, Hierro (Jimena de la Frontera, 1963) no oculta que su candidatura complica especialmente las aspiraciones de triunfo de Susana Díaz. “Al elevar la participación elevamos el listón del 50 por ciento. Probablemente, si no estuviéramos nosotros, Susana podría haber tenido la posibilidad de obtener ese 50 por ciento”, arguye acostumbrado a manejarse entre cifras.
- Se está recorriendo las agrupaciones, ¿Cómo encuentra la salud del partido?
- La veo bien. El problema está en los cuadros del partido. Los veo nerviosísimos. Tienen muchas dudas del resultado, que está muy indeterminado. Hay gente que está poniendo los huevos en la cesta y no sabe si la suya es la que tiene o no fondo. Las encuestas que se han publicado demuestran que se les percibe igual. Las diferencias no van a ser tan claras y está por ver el efecto de mi candidatura.
Hierro se presenta como un “outsider”, una suerte de “guardia de la noche” en la versión andaluza del “Juego de Tronos”. Lleva, sin embargo, décadas ligado al PSOE andaluz, un castillo con más de 46.000 militantes que, tras 37 años en el poder, vive desde 2019 amodorrado y enfrascado en su travesía por el desierto. El tercer candidato ha sido parlamentario autonómico y diputado por Sevilla en el Congreso de los Diputados. “Soy un militante de base que siempre ha estado en las ejecutivas locales contribuyendo en la medida que podía”, desliza Hierro.
Díaz y Espadas son el aparato. Son políticos profesionales y llevan muchos años en cargos orgánicos
El economista ha asistido desde la barrera al fuego que, durante las semanas de campaña, ha abierto Susana Díaz contra su rival, el alcalde de Sevilla Juan Espadas. La ex presidente de la Junta de Andalucía ha denunciado a los “pelotas” y “los oportunistas en busca de carguitos” mientras presumía de un equipo “sin cargos ni ministros”. “Resulta evidente que va a haber cosas que van a ser difícil de pegar porque son dos personas que han estado juntas hasta hace cuatro meses y que, de repente, se separan porque una de ellas así lo decide”, replica.
La renovación pendiente
- Entiendo que no detecta grandes diferencias entre ellos…
- Así es. Estaban en el mismo bando en el 39 congreso federal del PSOE. Esto es un gatopardismo puro. Vamos a cambiar para que nada cambie porque siguen estando los mismos. Teóricamente el sanchismo va con una parte pero es tal vez el sanchismo de élite pero no el de base. Lo que queda al final es lo mismo, las mismas personas con distintos discursos, ahora separados uno de los otros. Los discursos difieren en que: “quítate tú para ponerme yo” o “yo me quiero quedar”. Aquí cada uno es lo que es. Ellos son el aparato. Son políticos profesionales y llevan muchos años estando en cargos orgánicos. Yo eso no lo soy. Creo que la única forma de sumarlos es a través de las ideas y los proyectos, a través de mi.
- No sé si ese es uno de los males del PSOE-A, la abundancia de políticos profesionales que llevan décadas viviendo al abrigo del partido…
- No solo del PSOE sino también del PP y de otros partidos. Pablo Casado no se ha dedicado a otra cosa, igual que Moreno Bonilla. Así podemos ir contando uno detrás de otro. Lo que está claro es que con ese modelo las personas se agotan y las ideas también así como la capacidad de iniciativa. Y empezamos a vivir por el cargo y eso no resulta bueno. Son personas que llevan toda la vida, como Susana y Juan.
Hierro reconoce, sin tapujos, que en el seno del PSOE andaluz hay nombres que llevan años acaparando la primera línea y que, en esta ocasión, están protagonizando cambios de lealtades con el objetivo de sobrevivir a cualquier precio y mantener el sillón. “Todo político que es profesional tiene ese resorte activado, especialmente, si no tiene donde volver. Solo hay que repasar algunos nombres y comprobar dónde vuelven si no están en política. Ese es uno de los problemas de la profesionalización de la política”, subraya.
Son 'político-dependientes', capaces de cualquier cosa, incluso de traicionar a unos y otros, con tal de mantenerse. Por eso todo el mundo debería tener un sitio al que volver
“Se vuelven”, añade, “'político-dependientes' y entonces son capaces de cualquier cosa, incluso de traicionar a unos y otros, con tal de mantenerse. Por eso todo el mundo debería tener un sitio al que volver. Esa es una de las características de nuestra candidatura, formada por gente que no tiene cargo. No tiene esa limitación para expresar libremente lo que cree teniendo en cuenta solo el partido y no su cargo”, sostiene Hierro, que se presenta como “el candidato de la base” y ha acuñado el unamuniano lema de “convenceremos y venceremos”.
Cuando se le interroga por el cambio de imagen de Susana, el profesor desconfía. “Está repitiendo un discurso de disculpas agrupación por agrupación y se lo está contando a quien quiere escucharlo. Cada cual valorará la realidad del discurso. Yo lo que creo es que está superado. El problema no es ya que tú te arrepientas sino lo que piensan los demás de eso y cómo lo perciben los votantes. Si los votantes perciben que eso no vale, aunque sea real, no vale. Susana puede haber cambiado pero si los votantes no reaccionan positivamente a ese cambio, no hay nada que hacer. Volveremos a perder el gobierno”.
Hecho circular desde las filas susanistas, el asunto que ha monopolizado el debate es el modelo de partido, una “sucursal” del PSOE federal o un partido capaz de tomar sus propias decisiones. “Mi modelo es de autonomía cien por cien. Mi referencia es Rafael Escuredo [primer presidente de la Junta de Andalucía que acabó dimitiendo en 1984, empujado por el ruido interno, y que precisamente este miércoles brindó su apoyo público a Espadas], reivindicativo y defensor de Andalucía. Los otros dos candidatos, no obstante, lo plantean como un PSOE-A tutelado o no. Yo creo que la tutela la determina la persona y, en ese sentido, la persona menos tutelada soy yo”.
Los errores del pasado
- No sé si te preocupa que el PSOE-A no pueda sacudirse la imagen que construyeron 37 años en el poder, de las redes clientelares a los casos de corrupción…
- No estoy de acuerdo con que esa sea la imagen del PSOE andaluz. La imagen es la del partido que lleva las escuelas a todas las zonas rurales, que construye las autovías y desarrolla el sistema sanitario. Esa imagen es una falacia. Para clientelismo, el del PP y para corrupción, la del PP condenado por financiación ilegal. Para todos esos males el ejemplo es el PP… [se lo decía por, entre ellos, el escándalo de los ERE] Sigue siendo, desde mi punto de vista, un montaje. ¿Cuántas personas han sido condenadas a estas alturas por haberse llevado dinero? Nadie. Se ha condenado a los dos ex presidentes [Manuel Chaves y José Antonio Griñán] por la supuesta participación en una especie de montaje para repartir un dinero que nadie ha demostrado que se haya llevado. Se ha cometido con ellos una tropelía porque se ha vulnerado clarísimamente el principio de inocencia. Yo estoy convencido de que el Tribunal Constitucional o Estrasburgo tumbarán esa sentencia porque es una aberración. Esa sentencia tiene mucho de autodefensa del sistema judicial.
Los otros dos candidatos tienen muy difícil coser el partido. Es que son iguales
-¿Tendría que admitir el PSOE-A que hubo etapas nada ejemplares en su historia reciente?
-Eso ya está admitido. Lo que no puede pedirse aquí es que sistemáticamente estemos haciendo genuflexiones y mucho menos por parte de aquellos que se han llevado dinero en B. Es que se habla de los ERE pero no de que que Moreno Bonilla se llevó dinero en B y no lo declaró a Hacienda. También Javier Arenas. Así lo dice, al menos, Bárcenas, que era quien lo pagaba. Entonces nosotros tenemos que estar haciendo acto de constricción todos los días cuando esas personas ya no están en el partido pero el PP puede llevar a gala que no pagó impuestos y cobró en B.
Hierro guarda silencio sobre el interrogante que podría abrirse el domingo, una vez que los militantes hablen. Entonces las miradas podrían volverse hacia él, si previsiblemente queda aupado de la carrera. ¿A quién apoyará? “Consultaré a las bases como hicimos en su momento cuando planteamos si presentábamos candidatura o no. Entonces decidiremos la opción: la abstención, el voto libre o la apuesta por Juan o Susana. Somos un movimiento de rebeldes”, puntualiza. El candidato, no obstante, los descarta a ambos si fuera por su capacidad de hacer restañar heridas. “Los dos tienen muy difícil coser el partido. Es que son iguales”.
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