La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado al juez Ismael Moreno que imponga una fianza de tres millones de euros al cómico y productor de televisión José Luis Moreno para que pueda quedar en libertad. El dinero tendría que depositarlo antes del próximo martes.

Moreno ha pasado este jueves a disposición judicial después de ser detenido en el marco de la Operación Titella, en la que tanto él como otras 46 personas están acusadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional de haber estafado más de 50 millones de euros a través de la creación de un entramado empresarial que contaba con más de 700 mercantiles y que les habría servido también para blanquear dinero procedente del tráfico de drogas.

La Policía Nacional y la Guardia Civil llevan casi tres años investigando a Moreno y al resto de implicados en la red tras la querella interpuesta por Abanca y de la que conoció en un principio un juzgado de instrucción de Madrid. En los registros en su domicilio, los investigadores se incautaron de 165.000 euros, nueve turismos, una máquina contadora de billetes y diversa documentación, como avanzó El Independiente.

Investigación secreta

Ante el instructor de la causa, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 Ismael Moreno, el cómico se ha acogido a su derecho a no declarar, igual que el resto de investigados que han pasado este jueves a disposición del juez salvo una de ellas por no conocer las acusaciones policiales contra ellos ni los hechos por los que se les investiga. El magistrado mantiene la investigación bajo secreto de sumario para no interferir en el curso de ésta.

El representante de la Fiscalía Anticorrupción Marcelo Azcárraga que ha intervenido en la vista de medidas cautelares, ha solicitado para Moreno una fianza de tres millones de euros a entregar antes del próximo martes. Para la investigada Marta Dillet, única que ha declarado, ha solicitado una fianza para quedar en libertad de 10.000 euros; para Antonio Aguilera, 200.000 euros y para Javier Villalba, condenado por otra causa distinta, la libertad avisando a diligencias penitenciarias de las requisitorias que pesan contra él.

Tras casi tres años de investigación, los investigadores dan por desmantelada totalmente la organización, que ha estafado a numerosas entidades bancarias y a un inversor privado y habría obtenido un botín de más de 50 millones de euros. Los estafadores creaban compañías para ofrecer proyectos empresariales de todo tipo que nunca se materializaban. Una vez que captaban los fondos los desviaban a través del peloteo de cheques, la facturación simulada y la falsificación de documentos mercantiles, blanqueando el dinero en países como Panamá, Maldivas y Suiza.