Una vez concedidos los indultos a los condenados por los graves acontecimientos de octubre del año 2017 en Cataluña, la gran cuestión reside en qué estará dispuesto a ceder o aceptar el Gobierno de Pedro Sánchez para "normalizar" la situación. Y aunque el jefe del Ejecutivo ha sido determinante a la hora de rechazar un referéndum de autodeterminación -"nunca jamás", dijo el pasado miércoles en sede parlamentaria- los socialistas se han enredado con la posibilidad de una consulta no vinculante, que recoge el artículo 92 de nuestra Constitución.

"Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos", reza la literalidad de ese artículo que se ha usado con cuentagotas en España. El referéndum más recordado, de ámbito nacional, fue el de la entrada de España en la OTAN en 1986.

Carmen Calvo abrió la veda este jueves en RNE cuando fue preguntada explícitamente por esta cuestión. "Todo lo que pueda estar en el marco de la legalidad constitucional forma parte de la política de nuestro país", respondió. Más tarde, repreguntada al respecto matizó que "no estamos en eso. Estamos para salir de una pandemia, para remontar la crisis económica y social".

Iceta y Puig son los más proclives a una solución que pase por las urnas

Pero el mismo día, su compañero de Consejo de Ministros Miquel Iceta, titular de Política Territorial, añadía confusión a la confusión apelando a votar en un referéndum un "gran acuerdo sobre autogobierno, financiación y participación de las comunidades autónomas en el diseño de las políticas del Estado".

El viernes, durante una breve comparecencia de Sánchez junto al secretario general de las Naciones Unidas matizó que no era partidario de ninguna fórmula "que separa a la ciudadanía y le obliga a definirse" por entender que va en contra de la convivencia, pero de la misma forma que dos días antes había dejado claro que no habría "nunca jamás un referéndum de autodeterminación", no se mostró tan conclusivo respecto a uno de carácter consultivo, no vinculante.

Y este sábado, en el que Sánchez reunía en Madrid de forma presencial a su Comité Ejecutivo Federal, continuó la sensación de que esa es una puerta que no se termina de cerrar. De nuevo Iceta -que por cierto, fue el primero en 2017 en hablar de la concesión de indultos- respondía con una larga cambiada a la pregunta del millón. "Lo que habrá es agenda para el reencuentro, un intento de rematar la labor de la lucha contra la pandemia, asegurar la recuperación económica y escudo social muy potente". Una larga cambiada por la que no negó la mayor.

"Explorar fórmulas viables"

Lo de la ministra portavoz y titular de Hacienda, María Jesús Montero, también fue esquivo. Recordó que el presidente del Gobierno "lo dejó muy claro" en el Congreso y la idea es "explorar fórmulas viables" ante esta nueva etapa política. Pero Sánchez descartó una consulta de autodeterminación, que no tiene encaje en nuestro ordenamiento jurídico, pero no dijo nada respecto a un referéndum consultivo, no vinculante, con encaje constitucional.

El presidente valenciano, Ximo Puig, alineado a las tesis de Sánchez, es el que parece ver con más simpatía un consulta. Los referendos que puede haber en Cataluña "serán los que prevé la Constitución, si hay algún cambio de estatuto, un tipo de vía de esas características", aunque admitió que en este momento se está "muy lejos" de esa situación. Ahora es el momento de intentar hablar, dialogar", pero sin cerrar la puerta al artículo 92 de la Carta Magna.

Quizá fue el ex ministro de Sanidad y candidato a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, el más claro al respecto cuando fue interrogado a su llegada al comité federal socialista. Defendió que se deben "votar acuerdos y no rupturas" en Cataluña, esto es, "lo que se acuerde en la mesa de partidos catalanes" que quiere se ponga en marcha en la comunidad de forma paralela a la mesa bilateral Gobierno-Generalitat, que echa a andar en septiembre.

Lo que se debe votar, a su juicio, son "mejoras del autogobierno". Votar acuerdos, agregó, "es votar aquello que en la mesa de los partidos catalanes acordemos que tiene que ser un punto de consenso en la sociedad catalana".

Sin críticos

Sánchez explicó este sábado a su partido por vez primera su decisión de conceder los indultos y sin ninguna voz crítica puesto que estaban ausentes los presidentes castellanomanchego y aragonés, Emiliano García-Page y Javier Lambán, respectivamente. No entró en otro tipo de consideraciones. Pero igual que cambió radicalmente de opinión respecto al cumplimiento íntegro de las penas o su oposición a la figura del indulto, nada impide que en dos o tres años, estemos, como ahora, ante otro escenario.