«La opinión del partido es la que marca la ejecutiva presidida por el secretario general. Lo demás son opiniones, respetables, pero particulares», dijo el pasado viernes la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, en Canal Sur. Replicaba así al aluvión de críticas socialistas por el futuro indulto a los presos del procés con los informes en contra del Supremo y de la Fiscalía. Pero el problema es que no se conoce cuál es la posición oficial del PSOE porque nada se ha hablado de este asunto en los órganos del partido y no parece que se vaya a hacer en breve.

No al menos hoy. Este lunes no se ha convocado reunión de la permanente socialista, que tampoco se vio las caras, ni siquiera por plasma, hace siete días. La última se celebró el pasado 17. Dos semanas seguidas sin reunir al órgano de gestión ordinaria del partido en mitad de una polémica que "nos va a explotar en la cara salvo que haya algún gesto del otro lado", afirma un miembro de la ejecutiva.

Sánchez preside este lunes la XIII cumbre hispano-polaca junto el primer ministro de este país, Mateusz Morawiecki, pero no lo recibe hasta las 11,30 de la mañana en Alcalá de Henares, por lo que nada hubiera impedido a primera hora una reunión telemática de la permanente socialista para, al menos, intentar tranquilizar a los suyos.

Sí ha encontrado hueco, sin embargo, para asistir a primera hora de la tarde a la habitual reunión del comité de seguimiento del coronavirus. El desconcierto de no pocos dirigentes del partido se traslada también al Grupo Parlamentario Socialista donde agradecerían "que alguien nos explicara algo" de la trastienda de la decisión, en definitiva "de si hay agua en la piscina para habernos lanzado de este modo".

Incluso, entre los que son partidarios del indulto por creer, como Moncloa, que la puesta en libertad de los condenados puede dejar sin parte de argumentos al independentismo, critican que este debate no se puede sostener sobre la dicotomía "venganza o concordia", tal y como dijo el miércoles en la sesión de control el presidente del Gobierno, sin que del otro lado, esto es, del independentismo, haya ninguna señal de reconocimiento.

Los críticos lamentan que no haya ningún gesto por parte de ERC

Es más, la intervención en el Congreso el pasado martes de la diputada de ERC Carolina Telechea en defensa una moción de la CUP para "la resolución del conflicto político de Cataluña" fue para muchos parlamentarios del PSOE un sapo muy difícil de tragar. Ya había estallado la polémica de los indultos y Telechea subió al estrado para hablar de los "3.000 represaliados que actualmente hay en el Estado español por defender sus ideas, con consellers y una presidenta del Parlament en prisión como presa política; con nuestra secretaría general, Marta Rovira, en el exilio junto con Puigdemont; con Anna Gabriel y el resto de consellers en el exilio".

Y agregó que, a pesar de que "muchos ministros del PSOE han manifestado su voluntad a llegar a acuerdos a favor de la negociación, queda perfectamente acreditada ese odio que tienen hacia el independentismo, y esa no es la manera de avanzar. Si realmente quieren acabar con la vía represiva iniciada por el PP, la única solución para poner fin a la represión es la amnistía". En definitiva, que aunque satisfechos por los indultos, no lo expresarán públicamente y dejarán que sea el Gobierno central el que corra con ese desgaste. "Fue terrible" y "un desprecio sobre otro desprecio", dicen en el Grupo.

La cúpula socialista intenta cerrar las vías de agua y apela a la unidad

La cúpula socialista intenta cerrar las vías de agua y apela a la unidad. A las palabras de Calvo se unió desde el pasado viernes una campaña vía Twitter a favor de los indultos que capitaneó la presidenta socialista, Cristina Narbona. "Para alcanzar sueños que parecen imposibles -escribió- se requiere determinación, capacidad de asumir riesgos y voluntad de entendimiento. Nuestro empeño es una Cataluña libre de fracturas: plena confianza y apoyo a Sánchez . El PSOE ha ganado ya otras batallas, mantengamos la unidad".

Los portavoces de Congreso y Senado, Adriana Lastra y Ander Gil, respectivamente, así como los miembros de la ejecutiva federal Santos Cerdán, Ibán García, Luz Martínez Seijo, Javier Izquierdo, Belén Fernández o Susana Ros han salido en defensa de la medida de gracia por entender que abre un nuevo escenario en Cataluña.

También apoyan la corriente Izquierda Socialista así como el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig. Cree que los indultos "ayudan a resolver el conflicto", pero sí subrayó que "también es exigible un gesto a los independentistas". Se contraponen así a las críticas ya vertidas por Guillermo Fernández Vara, Emiliano García Page, Felipe González o Alfonso Guerra.

El próximo comité federal "es para preparar el 40 Congreso", matizan en Ferraz

Pero a pesar de que este es un tema que divide al socialismo no hay ninguna señal de que Sánchez esté dispuesto a tratar esta cuestión en los órganos del partido, ni siquiera en el próximo comité federal, celebrar a mediados de julio y que, formalmente, se convoca "para preparar el 40 congreso del partido", puntualizan en Ferraz.

"Miedo, vértigo y riesgo" son algunos de los epítetos con los que resumen su estado de ánimo muchos parlamentarios socialistas. Una vez estallada la polémica, ahora lo que se pide es "que se explique bien" a sabiendas que esta va a ser una bandera poderosísima para la derecha y justo en un momento en que todavía el PSOE no se ha recuperado de la depresión por los malos resultados cosechados en las elecciones madrileñas del pasado 4-M.

De hecho, ya hay convocada una gran manifestación para el 13 junio en la madrileña Plaza de Colón contra los indultos. Esta vez PP, Vox y Ciudadanos han dicho que acudirán, aunque ni juntos ni revueltos como en aquella famosa foto de Colón de febrero de 2019, que tanto les persiguió políticamente a los líderes de los tres partidos.