Gobierno y Ferraz intentan acallar las voces socialistas críticas con la concesión de los indultos a los dirigentes independentistas condenados por sedición. En este sentido, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha advertido que "la opinión del partido es la que marca la ejecutiva presidida por el secretario general. Lo demás son opiniones, respetables, pero particulares".

En una entrevista en el programa "Despierta Andalucía" de Canal Sur y ante el recordatorio de la reacción que han tenido representantes de la vieja guardia socialista como Felipe González o Alfonso Guerra, pero no sólo, porque las críticas han venido también de la mano de una serie de baronías territoriales, ha argumentado "yo los debates los tengo en los órganos de mi partido con quienes han sido elegidos por las bases". Y respecto a González ha recordado que "hace meses le oímos decir lo contrario".

Nada ha dicho Calvo de si la cuestión de los indultos se suscitará en la reunión del Comité Federal de mediados de julio, donde se sientan Emiliano García Pague, Guillermo Fernández Vara y Javier Lambán, todos ellos, detractores de la medida de gracia. De hecho, no hay noticia alguna de que esta cuestión se haya debatido en ninguna reunión de los órganos del Partido Socialista.

Gobierno "tiene la obligación de buscar soluciones", dice Calvo

La vicepresidenta ha tachado de "serie de barbaridades tremendas" los distintos cuestionamientos, también de la oposición, a una medida de gracia que se aplica con normalidad. De hecho, este martes, ha argumentado, se indultó a cinco personas. "Se indulta a personas que han robado, que han cometido delitos contra la salud pública y otros delitos importantes". En definitiva, "es un instrumento democrático, constitucional y reglado" y el Gobierno "tiene la obligación de buscar soluciones".

Tras recordar cómo Pedro Sánchez apoyó a Mariano Rajoy en al aplicación de 155 para suspender en 2017 al gobierno de la Generalitat -que ella misma negoció con la entonces vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría- ha pedido "responsabilidad" para superar una década de colisiones y salir "de ese bucle melancólico constante".

Cuando se terminen todos los informes "se tomará una decisión que tiene que ver con la gobernabilidad y la concordia", ha agregado aunque sin querer poner una fecha en el calendario.