A cuatro días de la trascendental votación de las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos de la Generalitat para 2022, Pere Aragonés mantiene abierta la negociación a dos bandas con la CUP y los comunes. Tras la enmienda a la totalidad de los antisistema, el presidente catalán ha optado por incluir a los morados en la terna negociadora, no así al PSC de Salvador Illa, pese a las insistentes ofertas del socialista para evitar la influencia de la CUP.

CatEC, el partido de Ada Colau, ya entró en las negociaciones con ERC para la investidura de Aragonés, pero los republicanos les cerraron la puerta en cuanto tuvieron garantizado el apoyo de la CUP. Esta vez, sin embargo, desde la parte republicana del Govern reconoce que las exigencias de los comunes son considerablemente más razonables que las de los antisistema.

Los de Colau reclaman partidas en sanidad para cubrir la salud mental y bucodental en el sistema público, además de dar prioridad a la inversión en ferrocarril por encima de la de carreteras. Los antisistema reclaman además la ruptura con el PSOE y concreciones en la vía independentista que el Govern no contempla a corto plazo. Aunque podrían contentarse con menos.

Quejas de Artadi

La oferta que oficializó Aragonés este miércoles se concretó ayer en una reunión de más de dos horas de los comunes Susana Segovia y Joan Carles Gallego con el secretario general de Economía, Jordi Cabrafiga, la de Presidencia, Núria Cuenca, y el de Salud, Marc Ramentol. Una reunión que ha despertado recelos en JxCat, partido que no oculta su incomodidad por el acercamiento a los comunes.

La vicepresidenta y portavoz de JxCat, Elsa Artadi, ha acusado a Pere Aragonès, de "cambiar las reglas de juego" de la legislatura al buscar ahora el apoyo de los comunes para aprobar los presupuestos del Govern para 2022. Una queja que ya avazó el portavoz parlamentario, Albert Batet. Tampoco gustó a los de Puigdemont que Aragonés se reuniera con los comunes sin la presencia del consejero de Economía, Jaume Giró.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Artadi reconoció su "sorpresa" por la decisión de Aragonés. "No es la estrategia que compartimos", señala la portavoz de JxCat, "este giro de guion de ERC, no es la investidura que se trabajó" en primavera para aprobar la investidura con los votos de ERC, JxCat y la CUP.

"No lo investimos para ir por este camino, sino para dar recorrido a una legislatura independentista", advirtió Artadi, quien reclama a Aragonès que "lidere, refuerce y blinde esta mayoría del 52 %" de voto independentista registrado en las elecciones del 14F.

Eje JxCat-CUP

La traducción de estas quejas llegó en forma de reunión paralela de las cúpulas de JxCat y la CUP en el Parlament. Un encuentro con el que los de Junts buscaban desbrozar el camino para garantizar el apoyo de los antisistema a las cuentas y evitar la entrada de un partido no independentista en la mayoría parlamentaria que da apoyo al Govern.

En el encuentro participaron, junto a la propia Artadi, Jordi Sánchez y Jordi Turull. Frente a ellos se sentaban por la CUP Eulalia Reguant, Montserrat Vinyets, Carles Riera y Dolors Sabater. Sobre la mesa, los puntos de conflicto en los presupuestos que separan a ambos partidos, fundamentalmente en la legislación sobre vivienda.

Los antisistema reclaman que JxCat retire las enmiendas a la futura ley catalana anti-desahucios, una materia en la que ambos partidos difieren. La CUP reclama además ampliar la inversión en vivienda hasta los 1.000 millones, una cifra que el conseller Giró se ha resistido hasta ahora a consignar en los presupuestos.

La CUP y JxCat comparten, por contra, la incomodidad con los puentes establecidos por ERC con el PSOE, aunque los miembros junteros del Govern no le hayan hecho ascos a la recuperada relación con el Gobierno.