El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, presentará finalmente una querella contra la ex directora del CNI, Paz Esteban y la empresa propietaria del programa espía Pegasus, NSO. Lo ha anunciado la portavoz del Govern tras la reunión semanal del ejecutivo autonómico y confirmado minutos después el propio Aragonès en sus redes sociales.

La querella se presenta por los delitos de intrusión no autorizada en equipos informáticos, espionaje informático e intercepción ilegal de comunicaciones y se remite a las "al menos cuatro incursiones" no autorizadas que se produjeron en el móvil de Aragonès según el informe de Citizen Lab.

Esteban reconoció las escuchas

La propia Paz Esteban reconoció la existencia de escuchas bajo cobertura judicial, durante su comparecencia en la comisión de secretos oficiales del Congreso. Esteban aportó pruebas documentales de escuchas a 18 dirigentes independentistas tras el referéndum ilegal del 2017. Entre ellos están el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y el entorno de Carles Puigdemont, según informaron TV3 y la Agencia Catalana de Noticias.

La querella, que se presentará en las próximas horas ante primera instancia de Barcelona, considera sin embargo que por las fechas y responsabilidades de Aragonès en el momento en que fue espiado, en enero 2020, no puede haber cobertura judicial y sí fundadas sospechas de "espionaje político".

En este contexto la portavoz, Patricia Plaja, ha advertido que la querella será ampliable a cualquier otra persona física o jurídica que la instrucción señale como posible responsable del espionaje. Es decir, que no excluyen extender la querella al CNI, aunque de momento no se le señale en la querella. Desde el Govern consideran que tras las explicaciones ofrecidas por Esteban en la comisión de secretos en las que admitía el espionaje a Aragonès, la justicia debe investigar el caso porque "Aragonès no cometió ningún delito" que justificara ese espionaje.

"El informe de Citizen Lab acredita cuatro incursiones" ha recordado Plaja. Unas intromisiones que "vulneran derechos fundamentales, pero además se extienden sobre el ejercicio de sus responsabilidades política". Aragonès fue espiado en enero 2020, cuando el dirigente republicano estaba negociado el apoyo de ERC a la investidura de Pedro Sánchez.

Coinciden también en el tiempo con la inhabilitación de Quim Torra y la crisis en el gobierno catalán, lo que extiende la sospecha del espionaje político, señalan desde el Govern. Respecto a NSO, Plaja ha señalado que "es obvio que desde la perspectiva de la responsabilidad penal NSO debería tener un sistema de control del uso de sus dispositivos, o no lo tiene o son tan poco efectivas que da lugar a espionaje político",