La directora del CNI, Paz Esteban, ha reconocido la existencia de escuchas bajo cobertura judicial, de las que ha llevado pruebas documentales, pero ni mucho menos de la dimensión que denunció Citizenlab. Durante su comparecencia en la comisión de secretos oficiales, lo ha reducido a una veintena de dirigentes independentistas, en concreto 18, en pleno proceso de desafío soberanista. Entre ellos están el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y el entorno de Carles Puigdemont, según han informado TV3 y la Agencia Catalana de Noticias.

El resto de las intervenciones telefónicas, en caso de existir, las ha atribuido a alguna potencia extranjera u otros "organismos" del Estado con una tecnología similar que, en todo caso, no ha explicitado si se trata de Pegasus u otra. Todo ello según la versión del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, no corroborada por Vox, el PP o Ciudadanos que han optado por la discreción dado el carácter secreto de la comparecencia y las consecuencias penales que puede tener revelar su contenido.

Rufián ha interpretado de estas palabras que podría referirse al Ministerio del Interior. Pero el catalán no se ha dado por satisfecho con esta comparecencia de cerca de cuatro horas de duración. "Como demócrata salgo más preocupado de cómo entré", ha dicho en declaraciones a los periodistas, al tiempo que ha subrayado que de ser una potencia extranjera sería "un terrible agujero de seguridad nacional" de la que deben responder políticamente no sólo Esteban, sino también la ministra de Defensa, Margarita Robles.

"Y la otra opción también es mala, porque si ha habido competición entre organismos del estado para espiar a independentistas por sus ideas, pues también", ha agregado. En cambio, la responsable de los servicios de inteligencia no ha informado del espionaje a Pedro Sánchez y Margarita Robles.

PSOE, PP, Vox y Ciudadanos se dan por satisfechos con las explicaciones

La versión más complaciente ha sido la de Héctor Gómez, portavoz del grupo socialista, ha asegurado que el CNI se ha movido "en el ámbito de la legalidad" y destacado la "enorme voluntad" del Centro, de Defensa y del Gobierno en su conjunto "para aportar información". El Ejecutivo ha actuado "con transparencia, rigor y seguridad".

En este sentido, ha apelado a la "idoneidad de la comparecencia y de la información compartida para contrarrestar la desinformación existente "en otros ámbitos que no son públicos y responden a una estrategia desestabilizadora. No todo lo que se publica corresponde con al realidad", ha alertado respecto al estudio de Citizenlab y el diario de The New Yorker y subrayado que "no hay un escenario de análisis de responsabilidades" políticas al ser interrogado sobre la continuidad de Esteban.

También Edmundo Bal , no ha tenido duda en que la actuación del CNI "se ha ceñido a la más estricta legalidad" y revelado que ha pedido su continuidad. El portavoz de Ciudadanos cree que Margarita Robles debe defender "a los servicios de inteligencia del Gobierno". Por contra, el "el señor Bolaños debería pedir perdón" a esos mismos servicios. De hecho, no ha dudado en atribuir al ministro de la Presidencia, antes secretario general de Moncloa, la responsabilidad de mandar supervisar la seguridad de las comunicaciones.

Por su parte, Pablo Echenique, que este miércoles pidió la dimisión de Robles "por dignidad", también ha dicho salir "más preocupado y "refuerza la necesidad de que se asuman responsabilidades políticas", solicitando además al ministro de la Presidencia que el Gobierno valore desclasificar la información que se ha trasladado a los portavoces.

Esteban, en la cuerda floja

La responsable del CNI se encuentra en la cuerda floja desde que el Gobierno puso el foco sobre su persona al denunciar que Pedro Sánchez y Margarita Robles habían sido espiados hace un año, sin que antes se encendieran las luces de alarma. Pocos, salvo la titular de Defensa, apuesta por la continuidad de Esteban al frente de la inteligencia de nuestro país, convertida en el chivo expiatorio con el que intentar dar satisfacción a un independentismo que no se va a conformar sólo con esa pieza.

Bajo la presidencia de Meritxell Batet, los portavoces parlamentarios han seguido las explicaciones de Esteban desposeídos de sus móviles y con un bloc de notas como único acompañamiento. Incluso se mantiene en el ámbito de la discreción el orden de las intervenciones y el reparto de los tiempos, que puede diferir respecto de otras comisiones del Congreso. Lo único que se ha revelado oficialmente de esta cita, además del día y hora de su celebración, es que se ha desarrollado en la Sala Mariana Pineda, donde se reúne todas las semanas la Junta de Portavoces.