"En qué momento olvidamos el objetivo, cuándo hemos cedido a la tentación de enfrentarnos entre nosotros". Xavier Antich, presidente de Òmnium ha reconocido este domingo que la guerra abierta en el seno del independentismo debilita la reivindicación en uno de sus días cumbre, la celebración de la Diada. Y ha reclamado "salir de la fase autodestructiva" en la que a su juicio se encuentra el indepentismo.

Lo ha hecho en el acto organizado su entidad convertido en terreno neutral en el que Pere Aragonès y Laura Vilagrà (ERC) han compartido primera fila con Jordi Puigneró y Jaume Giró (Jx Cat).

Aragonès y la dirección de ERC han vuelto a ser blanco de las críticas en el Arco de Triunfo de Barcelona. Pero el ambiente estaba lejos de los enfrentamientos vividos anoche en la marcha de antorchas del Fossar de les Moreres. También de la manifestación de esta tarde, convocada por la ANC, a la que no asistirá Aragonès ni la plana mayor de Esquerra.

"Tenemos un problema" ha advertido Antich ante la atenta mirada de representantes de ERC, Junts, CUP o los Comunes. "Corremos el riesgo de perder el activo más importante, la fuerza colectiva" ha avisado el activista, "necesitamos activarnos urgentemente" ha añadido.

1-O, un ciclo cerrado

"Mientras no seamos capaces de concertar objetivos compartidos no podremos salir de la fase de parálisis" ha añadido el líder de Òmnium, que ha reclamado abrir "un nuevo ciclo de país antes de que se consolide la tendencia autodestructiva que solo comporta frustración". Antich ha explicitado además la necesidad de dar por amortizado el 1-O. Necesitamos nuevas voces y nuevas sensibilidades, ha añadido.

Un discurso que aleja a Òmnium de la ANC, que en su manifiesto de la Diada reclama de nuevo "hacer efectivo el mandato del 1-O". Reclamación que también lleva en su programa JxCat, mientras Esquerra sigue dando prioridad a la apuesta por el diálogo con el Gobierno.

Lo ha dejado claro el presidente de la Generalitat, quien ha insistido hoy en que "Cataluña votará" tras el homenaje a Rafael Casanova, pero ha repetido el mensaje medido emitido el sábado. El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha sido el encargado de explicitar el duro mensaje republicano contra la ANC, a la que ha acusado de "convocar actos contra el independentismo mayoritario".

La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, le ha respondido asegurando que en su manifestación "no sobra nadie". Pero ha reclamado a los partidos que "hagan efectiva" la independencia. "Quien tenga un plan que lo ponga sobre la mesa" rogaba Feliu en declaraciones a RAC1, ejemplificando el momento de desconcierto en el que vive el independentismo.

Bronca en el Fossar

Mientras, los escenarios tradicionales del independentismo se revuelven contra los partidos, especialmente Esquerra. Neutralizados los abucheos en la ofrenda florar a Rafael Casanova -hoy los independentistas irredentos eran poco más de una decena, que se sumaban a otros grupos como las víctimas de residencias- el descontento se ha trasladado al Fossar de les Moreres.

Los republicanos volvieron a ser anoche los más abucheados por el público, hasta el punto de que la portavoz de ERC, Marta Vilalta, acabó respondiendo al público: "mientras ellos gritan, nosotros trabajamos" emulando a Ernest Lluch ante la izquierda abertzale.

Este año no encabezaba la marcha de ERC Oriol Junqueras, tras la bronca recibida en 2021, apenas dos meses después de haber recibido el indulto para abandonar la prisión tras cuatro años de reclusión. Años de prisión que lo