Un muerto y medio centenar de heridos, dos comercios vandalizados, 7 motos y 8 contenedores incendiados. Es el balance de la noche grande de las fiestas de la Mercè en Barcelona, tras reproducirse los incidentes vividos hace un año en la Avenida María Cristina, uno de los escenarios principales de los conciertos de la fiesta mayor. En el Bogatell se produjo otro apuñalamiento, pero no hubo disturbios ni enfrentamientos con la policía.

Durante la noche del domingo se han producido una veintena de detenciones, asociadas en su gran mayoría a hurtos. Pero el teniente de alcalde de seguridad de Barcelona, Albert Batlle, alerta de la cantidad armas blancas de grandes dimensiones decomisadas por el dispositivo policial.

"¿Qué falló el sábado? probablemente todo y más sabiendo lo que había pasado el año anterior" apunta el portavoz del sindicato de mossos Uspac, Albert Palacio. Desde Uspac insisten en que "faltan mossos" y, sobre todo, "faltan mossos en la calle". Tras las ampliaciones de plantilla del último año el cuerpo ha recuperado las cifras de 2012, recuerda Palacio, pero se trata de una plantilla más envejecida y con una sobre representación de mandos, mientras se reduce el número de agentes en la calle.

El portavoz sindical reclama además "más apoyo" de la clase política. "Nosotros no utilizamos la fuerza porque nos guste, a nosotros también nos hacen daño y nos duele usar la fuerza" apunta, pero lamenta que "utilizar la fuerza en momentos en que es necesario no les interesa". Palacio concluye que "la desidia de esta clase política la acabaremos pagando la policía y los ciudadanos".

Revisar el modelo

Los responsables policiales reconocen que el dispositivo de seguridad no era suficiente, mientras el gobierno municipal intentaba en las primeras horas minimizar los incidentes. Este lunes, la capital catalana cierra las fiestas de la Mercè con el Piromusical, de nuevo, en Montjuïc. Mossos y Guardia Urbana reforzarán un dispositivo que el sábado se demostró claramente insuficiente.

El teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle reconoce este lunes la necesidad de revisar el modelo tras una noche en que se han producido 20 detenciones, la mayoría por robos. El servicio de emergencias médicas ha atendido a unas 30 personas, la mayoría por excesos con de alcohol, aunque también se han reproducido las heridas por arma blanca.

La tercera noche de conciertos en Plaza España se ha cerrado sin incidentes destacables, destaca el gobierno municipal de Ada Colau. "Solo" un herido en el brazo por arma blanca, incidente que tuvo lugar "mucho después" de que concluyera el concierto de Lola Indigo y Miki Núñez que reunió a unas 45.000 personas en María Cristina.

Preocupación por las armas blancas

Pese al discurso de normalidad que intenta imprimir el gobierno municipal, Batlle ha reconocido la preocupación porque durante la noche se han decomisado cuchillos de grandes dimensiones. El teniente de alcalde apunta, por ello, que los modelos de seguridad "están en revisión continua" y no descarta limitar los accesos a los conciertos en las próximas ediciones de la Mercè.

Especialmente en Plaza España, donde durante dos años seguidos los conciertos han acabado con botellones, enfrentamientos con la policía y vandalismo en el barrio de Creu Coberta, cuyos vecinos y comerciantes están hartos de convertirse en víctimas de la fiesta mayor.

El director de los Mossos, Pere Ferrer, coincide con Batlle en la necesidad de "revisar espacios y aforos máximos" especialmente en el escenario de Montjuïc. Ferrer apunta a la posibilidad de establecer filtros en los puntos de acceso a los conciertos, controlar la distribución de alcohol en estos espacios y distribuir la oferta para evitar aglomeraciones como las que se producen en María Cristina.