Xavier Trias ha oficializado este lunes su candidatura a la alcaldía de Barcelona por JxCat. El veterano político convergente, que ya ocupó la alcaldía entre 2011 y 2015, es la apuesta de Junts para darle la vuelta a unas encuestas que con Elsa Artadi les auguraban apenas tres regidores en la capital catalana.

Con Trias, el partido de Laura Borràs espera abanderar la oposición a Ada Colau y restar apoyos tanto a Ernest Maragall (ERC) como a Jaume Collboni (PSC) los dos favoritos según las últimas encuestas. Ese ha sido el objetivo desde que la dirección de Junts empezó a presionar al ex alcalde, el pasado verano, para que sustituya a Artadi como número uno del partido en Barcelona.

Trias mantendrá como número dos a Neus Munté, actual regidora y ex consejera con Artur Mas y Carles Puigdemont. Se da por segura también la continuidad de Jordi Martí, que ya formaba parte del equipo de Trias en su anterior paso por la alcaldía, y por muy probable la incorporación de Victoria Alsina, consejera de Exteriores con Pere Aragonès hasta que JxCat salió del Govern.

No estará en la lista el ex titular de Salud, Josep Maria Argimon, que ha abandonado la política para asumir la dirección de la Fundación Pasqual Maragall contra el Alzheimer.

Sin rival interno

Trias tendrá que someterse ahora a unas primarias en la Federación de Barcelona de Junts para confirmar una candidatura, aunque es muy improbable que tenga oposición. De hecho, Trias ha sido uno de los pocos nombres compartidos por las direcciones encabezadas por Jordi Sánchez, Laura Borràs y Jordi Turull.

Un hecho que le permitió, en septiembre, fijar sus condiciones para encabezar la candidatura, cuando ya había asegurado públicamente que daba por terminada su carrera política. Así, el veterano político advirtió que quería manos libres para confeccionar la lista, lo que en términos prácticos implicaba una candidatura con nombres del sector "turullista" o institucional del partido. Borràs no podrá exigir incluir a sus fieles en puestos de salida.

La segunda condición era tener un partido "ordenado", lo que en principio pasaba por seguir en el Govern. Una condición que no se ha cumplido, pero Trias argumenta ahora que la salida del ejecutivo catalán no ha provocado el temido cisma en Junts.

Libertad para pactar con el PSC

Trias exigió además tener las manos libres para posibles pactos poselectorales, lo que se ha interpretado como voluntad de explorar una alianza con los socialistas en Barcelona. Una idea que no desagrada en absoluto en el PSC, como reconoció el propio Jaume Collboni la semana pasada.

El ex alcalde ha abogado además por tender puentes con el PDeCat, heredero oficial de Convergencia. Trias argumentaba este lunes que sus últimas dudas responden a la necesidad de reunificar el espacio posconvergente.

"Hasta hace muy poco era militante del PDeCat" argumentaba Trias para explicar ese empeño. "Necesito que seamos capaces de enteder que la unidad es una herramienta básica para sacar las cosas adelante" añadía en declaraciones a Catalunya Ràdio.