Es el tercer jefe desde 2015 que la Guardia Civil destina a Euskadi para ponerse al frente del Cuerpo. El general de brigada José Antonio Mingorance dirigirá una plantilla compuesta por apenas 2.200 agentes. Se trata del despliegue de la Guardia Civil más reducido que ha existido en el País Vasco. Supone una reducción del 20% respecto a la que existía hace una década y un 40% menos de efectivos que durante el último año en el que ETA cometió atentados, en 2010.

El despliegue de la Guardia Civil se ha reducido de manera importante en los tres territorios. Hoy, en la treintena de acuartelamientos que siguen operativos en Bizkaia, Álava y Gipuzkoa, trabajan 787 agentes menos que hace una década. Una reducción que en gran medida se debe al final del terrorismo. La Guardia Civil continúa asumiendo en el País Vasco las competencias en materia de desactivación de explosivos, intervención de armas, además de ejercer funciones de policía judicial, servicio fiscal y de información o fronteras.  

La máxima responsabilidad, que ahora recae sobre el general Mongorance, la ha asumido hasta ahora el general Antonio Campos, quien ha estado al frente desde marzo de 2019 y que a su vez relevó al general Félix Blázquez. En la toma de posesión, a la que asistió el ministro del Interior Fernando Grande Marlaska, el nuevo jefe de la Guardia Civil en Euskadi recordó que el Cuerpo fue ideado, impulsado y organizado “por un navarro, un vizcaíno y un guipuzcoano” y cuya presencia en el País Vasco, en Vitoria, se remonta a la primera casa cuartel instalada en la capital alavesa, la ‘Casa de Otazu’.

Libertad, seguridad y justicia

Recordó que en el País Vasco los agentes han pagado un alto precio en vidas humanas para alcanzar un espacio de libertad, seguridad y justicia y han logrado que en la sociedad vasca se vaya imponiendo “la convivencia y el respeto”. La violencia terrorista dejó en la Guardia Civil un saldo dramático de 162 agentes asesinados, la mayor parte de ellos destinados en el acuartelamiento de Intxaurrondo, en San Sebastián.  

La reducción de efectivos en las tres provincias vascas también se ha producido de modo similar en Navarra. Actualmente en la Comunidad foral están destinados algo más de 1.300 agentes, casi un 15% menos de los que estaban hace una década. En el caso de la Comunidad Foral, sin embargo, está pendiente de ejecutarse la transferencia de la competencia íntegra y exclusiva de Tráfico a la Policía Foral. Actualmente, la Guardia Civil y la Policía navarra ejercen esta materia de manera compartida. El traspaso, que está comprometido para antes del próximo 31 de marzo, podría suponer la absorción de cientos de agentes en la Policía Foral o bien su salida de Navarra a otras unidades de Tráfico o la integración en otras unidades sin salir de Navarra.    

El nuevo jefe de la Guardia Civil en Euskadi nació en Granada en 1964. El general de brigada José Antonio Mingorance Sánchez ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza en 1986 y obtuvo el empleo de teniente en 1989. A lo largo de su trayectoria profesional ha prestado servicio en el Grupo de Acción Rápida (GAR), en el sector de Tráfico de Castilla-La Mancha y en las comandancias de Álava, Algeciras y Granada. Hasta noviembre de 2022 ocupó la jefatura de la Comandancia de Zaragoza.

Menos policías nacionales

La reducción de efectivos en el País Vasco se ha producido de igual modo en otros cuerpos como el de la Policía Nacional. Actualmente existen algo más de 1.200 policías nacionales destinados en Euskadi, suponen un 15% menos de lo que lo hacían hace una década. El despliegue total de Guardia Civil, Policía y Ejército en Euskadi alcanzaba a comienzos del año pasado los 5.028 efectivos, según datos de Interior.

A todos estos cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se suman los algo más de 7.500 agentes de la Ertzaintza que conforman el Cuerpo de la policía autonómica, una policía integral con muchas competencias, entre ellas la de tráfico que próximamente se quiere traspasar de modo íntegro en Navarra. La suma de todos estos agentes continúan convirtiendo al País Vasco en uno de los lugares con un ratio percápita más elevado de cuerpos de seguridad.