La Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre ha venido a terminar con la polémica de los fijos discontinuos. Estos trabajadores con contrato indefinido pero que solo trabajan un tiempo limitado durante el año -por ejemplo, varios meses, en muchos casos los que dura la temporada alta- se han disparado tras la reforma laboral y han servido de arma arrojadiza de los partidos de la oposición al Gobierno, que entendían que las cifras de Trabajo y de Seguridad Social maquillaban las estadísticas.

Los fijos discontinuos no figuran como parados en las tablas del Ministerio de Trabajo incluso aquellos meses en los que esos empleados están en casa, sin trabajar, ni siquiera aunque estén cobrando una prestación por desempleo. Es así puesto que tienen un empleo fijo al que volverán antes o después, cuando la empresa los vuelva a llamar. Por eso no tampoco aparecen como trabajadores en activo en los datos de Seguridad Social, y así lo ha defendido estos últimos meses el Gobierno.

A la vez, argumentaba que siempre se han contabilizado de la misma manera, y tildaba de ridículo el de la oposición al, a su juicio, tratar de ensuciar con esta idea las buenas cifras de empleo tras la aprobación de la reforma laboral. Al principio comenzó siendo una reivindicación tan solo de los partidos políticos, sobre todo del Partido Popular, pero después instituciones como el Banco de España y centros de estudios como Fedea pidieron al Ejecutivo más transparencia con los datos, para una mejor evaluación de las políticas de empleo.

Ahora, las cifras de esta encuesta elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dan una información hasta ahora desconocida sobre el alcance de los fijos discontinuos en las cifras de empleo, a un año vista de la entrada en vigor de la reforma laboral. Y da información importante para entender si estos empleados han llevado a que los datos de trabajadores indefinidos crezcan de forma artificial.

La metodología del INE

Para entender esta estadística es necesario conocer que el INE cuenta como trabajador fijo discontinuo (por tanto, ocupado) a cualquiera que haya trabajado al menos una hora a lo largo de la semana en la que responde a la encuesta, como han explicado desde el organismo. Recuerdan también que la metodología de la EPA sigue la establecida por la Organización Internacional del Trabajo y las directrices de EUROSTAT, y por tanto está homologada a nivel europeo.

Así, todos aquellos que aparecen como fijos discontinuos y a los que se hace referencia a continuación están trabajando. Mientras, aquellos con ese tipo de contrato "inactivo" en el momento de la encuesta -es decir, que no han trabajado en la semana en la que se les preguntó- figuran como parados si están en búsqueda activa de empleo, o como inactivos si no es así, si no están dispuestos a incorporarse a otro puesto.

Por tanto, los que el INE recoge como fijos discontinuos solo son los que estaban trabajando en ese momento, y no así los parados que podrían confundir las cifras de los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social. En este sentido, la EPA publicada este jueves muestra que los fijos discontinuos ascendieron hasta los 594.200 en el cuarto trimestre de 2022.

Son un 60% más que los 373.400 que se contabilizaban en el mismo periodo de 2021, cuando aún no estaba en vigor la reforma laboral que impulsó este tipo de contrato. En años anteriores, estos asalariados se han mantenido en ese mismo entorno.

El 4% de los indefinidos

Sin embargo, ¿cuántos fijos discontinuos hay sobre el total de indefinidos? ¿Explica este contrato, a cierto modo a tiempo parcial, el boom de los empleados fijos, aunque después no puedan trabajar durante meses cada año? Las mismas cifras apuntan a que no es así, ya que representan apenas un 4% del total de indefinidos (594.200 frente a 14,26 millones de indefinidos).

Antes de la pandemia, estos trabajadores suponían el 3% de los indefinidos. Además, este tipo de empleados representa el 13% del aumento del empleo indefinido, ya que este ha crecido en 1.591.100 personas y los fijos discontinuos en 220.800.

Y, por último, ¿quiénes son estos fijos discontinuos? Los datos de la EPA muestran que la mayoría son trabajadores de mediana edad, sobre todo de 40 a 49 años (29% del total), de 50 a 59 (26%) y de 30 a 39 años (22%). Además, el 59% son hombres, y el 41% restante, mujeres. Por sectores el INE no proporciona cifras, pero el contrato fijo discontinuo está pensado para los sectores más ligados a la estacionalidad, como son la construcción, la hostelería y el turismo.