El Congreso de los Diputados ha debatido y votado la toma en consideración de una proposición de ley presentada por Unidas Podemos este martes, que radica en la concesión de la nacionalidad española, bajo la modalidad de carta de naturaleza, a aquellos ciudadanos saharauis nacidos de manera previa al 26 de febrero de 1976, cuando el Sáhara Occidental dejó de estar bajo el control de España. En esa misma proposición, los morados han planteado dotar de la nacionalidad a los hijos de saharauis, en primer grado de consanguinidad. Ello, con un plazo establecido de cinco años desde la inscripción del Registro Civil para la adquisición de la nacionalidad de cualquiera de sus progenitores. Y asimismo, que los saharauis residentes en España puedan acceder a la nacionalidad transcurridos dos años, como sucede con otros países con amplio arraigo histórico.

Para acceder a la nacionalidad, será necesario una serie de condiciones probatorias, como es aportar un documento de identidad verificable por las autoridades, un certificado de inscripción en el censo para el referéndum sobre el Sáhara Occidental expedido por la ONU o uno de nacimiento expedido por los campos de refugiados de Tinduf y legalizado por la representación del Frente Polisario en España. De igual manera, servirán las partidas de nacimiento o los libros de familia facilitados por la administración española en su momento y antes de febrero de 1976.

La propuesta de Unidas Podemos se registró en el mes de abril del año pasado y llega a algo más de semana y media de que se celebrara la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre el Gobierno y su homólogo marroquí en Rabat. También a algo menos de un mes de que el PSOE ordenara a sus eurodiputados votar en contra de la condena a Marruecos por la ausencia de libertad de expresión y de prensa. Ello, para salvar la mencionada cumbre. Ha sido respaldada por unanimidad a excepción la abstención de los 52 parlamentarios de Vox, Teruel Existe, el PRC y el 'no' en solitario de los 120 diputados del PSOE.

En la fijación de posiciones, ha sido una constante la alusión al giro del PSOE respecto al Sáhara Occidental el año pasado, de reconocer su derecho a autodeterminación para pasar a avalar que debe instalarse bajo control marroquí. La cuestión la ha puesto sobre la mesa Ana Oramas, de Coalición Canaria. "Los saharauis no quieren un carnet, quieren un Sáhara libre. Uno puede entender que una dictadura recorte derechos humanos, pero no en una democracia occidental y amiga", ha señalado Oramas, apelando a que el cambio de posicionamiento con el territorio africano se limita al PSOE. Ni al Gobierno en su conjunto, ni al Congreso de los Diputados; "al menos no ha fijado una posición" oficial.

El PSOE quiere que esta concesión de la nacionalidad no se limite al Sáhara, sino a otras antiguas colonias

En ello han incidido el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu, que prefiere denominar el objeto de esta proposición como una "restitución" de la nacionalidad; y el representante del BNG Néstor Rego, que pide el reconocimiento del nacionalismo saharaui y una república independiente. Generalmente, tanto entre los socios y la oposición, se ha hecho hincapié en las contradicciones del Ejecutivo respecto a Marruecos, el Sáhara y Argelia.

En el bloque de centroderecha, Ciudadanos ha preguntado desde la tribuna al grupo de Unidas Podemos si esta propuesta es una manera de "expiar los pecados". Aunque ha despejado su voto favorable, la diputada María del Carmen Martínez ha exigido las explicaciones pertinentes que el presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores "no han dado". "¿Qué ha ocurrido para ese giro? No deberían limpiar conciencias y solventar los errores", ha añadido Martínez. Por su parte, desde Vox, se ha calificado esta propuesta como un "propósito de blanqueo" por las acciones tomadas desde Moncloa; mientras que el PP ha asegurado su "lealtad" con "la voluntad de la cámara" en este asunto para paliar la "torpeza" del Gobierno.

El PSOE aboga por extenderlo a todas las excolonias

En su intervención, el diputado socialista Sergio Gutiérrez ha marcado distancias con sus socios de coalición, pero también con el resto de partidos y las acusaciones sobre el giro con Marruecos y el Sáhara. "Es un debate complejo y difícil. No debería usarse como arma arrojadiza o como un termómetro de apoyos. No es un debate de política exterior, sino interior; de cuestiones técnicas sobre quién puede pedir y certificar la nacionalidad", ha comenzado Gutiérrez desde la tribuna.

El representante socialista ha reconocido "que hay un agravio del pueblo saharaui", pero ha insistido en no "separar los procedimientos" y tener en cuenta otros territorios ex coloniales como Guinea Ecuatorial. En el PSOE "compartimos la meta, pero no el diseño" que ha elaborado Unidas Podemos. "No estamos de acuerdo en algunos puntos técnicos. Tampoco en que sea el Frente Polisario quien emita esa nacionalidad", ha finalizado Gutiérrez, reiterando un compromiso por la nacionalidad común.

Diputados del PCE integrados en Unidas Podemos, como José Luis Bueno, por Cádiz, han criticado el rechazo del PSOE a la iniciativa aludiendo con ironía a las supuestas presiones recibidas por Marruecos.